El acusado de promover una concentración contra el “despilfarro” en el gasto militar, Israel Pérez, ha considerado hoy, tras el juicio oral celebrado, que su caso es una “vulneración de derechos”, además de una “herramienta para meter miedo”.
El caso por el que hoy Pérez ha acudido a juicio se remonta al 3 de junio de 2012, cuando coincidiendo con una jura de bandera civil en la Plaza del Ayuntamiento, un grupo de personas se concentró para la “injusticia” que, a su juicio, supone “el gasto militar” ya que coincide con “recortes en Sanidad y Educación”.
La concentración fue “espontánea” y se convocó “por las redes sociales”, ha dicho Pérez, bajo el espíritu de que “cada vez que nos roban los derechos salimos a la calle”.
No tenía permiso formal pero se comunicó a los agentes policiales presentes en la zona. Se desarrolló, ha contado, de forma pacífica y sin incidentes. Pero a las dos semanas seis personas fueron sancionadas, con multas de entre cuatrocientos y doscientos euros.
Ha considerado “especialmente grave” que, entre los sancionados haya “un menor que no estuvo en el lugar de los hechos” y, sobre todo, que las sanciones llegaron a las personas “sin haber sido identificadas”.
Su caso ha ido a los juzgados tras recurrir la sanción que le llegó y su defensa se centra en que “no hay modo alguno” de demostrar que él promovió la concentración, dado que se trata de algo que “salió de los vecinos, nadie la promovió”.
“Los testigos policiales han relatado que yo dirigía a la gente, como ovejas, pero es mentira”, ha asegurado.