Esta semana se ha confirmado la continuidad de Leandro Álvarez en el banquillo del Diamante pero esta vez no solo llevará el trabajo físico,
trabajo que desempeñó la pasada campaña, sino que además dirigirá al equipo en todas sus facetas como primer entrenador.
Leandro Álvarez, más conocido en el ámbito del fútbol sala como “Cazú”, tiene una gran experiencia en el fútbol sala además de ser Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. Leandro ha desarrollado una importante carrera profesional en el mundo del fútbol sala masculino jugando con el MRA Navarra de División de Honor en las temporadas 2001-2004.
En la temporada 2002-2003 fue cedido al Bilbo de División de Plata. Un año después se incorporó a la disciplina del Leis Pontevedra también de División de Plata. El Club Sícoris fue su último equipo como jugador desde el 2005 hasta el 2008. En la temporada 2008-2009 se dedicó a los banquillos siendo el primer entrenador del Fútbol Sala Linyola de la División Autonómica de Cataluña consiguiendo el campeonato.
- Después de llevar un año en el equipo como preparador físico eres el nuevo entrenador del Diamante, ¿qué es lo que te ha llevado a asumir este puesto?
Uno de los aspectos fundamentales, por no decir determinante, que acarreó aceptar este puesto fue la ideología del club, la cual ha sido demostrada y evidenciada desde el primer día en que llegué. La coherencia unida a todos los factores que influyen de manera directa e indirecta en el seno de un club determinaron mi decisión.
- Con las bajas de varias jugadoras, el club está trabajando en nuevas incorporaciones, ¿cómo crees que será la adaptación del grupo?
Es incuestionable las capacidades integrales que poseen cada unas de las jugadoras, por consiguiente, el proceso de adaptación será favorable. Del mismo modo, la incorporación de nuevas jugadoras proporcionará más recursos a un equipo que considero ya bastante completo.
- ¿Cuáles crees que son los objetivos para este año?
En las dos últimas temporadas el equipo ha obtenido un rendimiento deportivo magnífico, siendo bastante competitivo. De esta manera, una de las pretensiones será consolidar el carácter colectivo que caracteriza a un conjunto. Las jugadoras poseen unas cualidades extraordinarias, por lo que sabiendo aplicar cada una de ellas en los momentos más oportunos las consecuencias pueden ser positivas.
- Con tu experiencia en el fútbol sala masculino, ¿cómo has visto al equipo? ¿Y el funcionamiento del club?
El equipo está constituido por unas jugadoras que se complementan perfectamente.
El club, tal y como he detallado anteriormente, dispone de personas lo suficientemente capacitadas como para estar en la máxima categoría del fútbol sala femenino. Asimismo, sus instalaciones y la ideología seguida son otros elementos que también avalan al Diamante Rioja como un club consecuente. Así pues, aprovecho para transmitir que la coherencia en cualquier ámbito es fundamental y merecedora de ser valorada, y el Diamante Rioja es uno de los clubs que aprecian y hacen todo lo posible por el fútbol sala.
- Después de un año de experiencia en la División de Honor femenina, ¿qué te ha parecido? ¿Y qué se podría mejorar?
Afortunadamente, con la reincorporación de Javier Lozano y su equipo a la Liga Nacional de Fútbol Sala así como todas las personas que adoran este deporte, se le está reconociendo cada vez más todas sus riquezas, tanto físicas como psicomotrices y sociales. De este modo, el fútbol sala femenino también está adoptando, de manera progresiva, un reconocimiento considerable que le está permitiendo establecerse.
En relación a las posibles modificaciones, el fútbol sala masculino está alcanzando sinergias cuyas consecuencias son propicias para todas las partes que se comprometen. En este sentido, el fútbol sala femenino también ha de tener un procedimiento equivalente.