Los líderes indígenas yupka Sabino Romero y Alexander Fernández fueron encarcelados a finales de 2009, tras una pelea en la que murieron dos yupkas. Romero y Fernández fueron falsamente acusados de asesinato, daños personales y conspiración.
La pelea se produjo tras la concesión de polémicos títulos de propiedad a tres comunidades yupka en las montañas de la Sierra de Perijá, en el oeste de Venezuela.
Durante su estancia en prisión, Romero declaró que era consciente de que el problema venía por la demarcación, y que la intención radicaba en lograr la expulsión de sus tierras.
Tras una larga batalla de los yupkas y sus aliados para que el caso fuera juzgado bajo la jurisdicción indígena, y para que los hombres fueran liberados, finalmente lo han conseguido.
La ONG, Survival International presionó al Gobierno de Venezuela, instándolo a que considerara los casos según la jurisdicción indígena, y a que liberara a los prisioneros hasta que se pudiera probar su culpabilidad.
Romero y Fernández habían estado haciendo campaña en contra del plan de demarcación territorial del Gobierno, que crearía zonas yupka fragmentadas, y para defender el derecho de los yupkas a un territorio ininterrumpido. Una semana antes de la pelea, Romero había recibido amenazas de muerte.
En la cárcel, los dos hombres soportaron condiciones lamentables y enfermedades, ya que había poca agua potable o comida saludable. Las mujeres de su familia que intentaron visitarlos tuvieron que desnudarse por orden de los soldados que vigilaban la prisión, y una de ellas informó de que uno de los militares trató de violarla.