La continua inestabilidad que está viviendo Costa de Marfil tras las elecciones presidenciales se ha convertido en una seria amenaza para su población. Tanto es así que miles de marfileños han decidido abandonar su país y dirigirse a la vecina Liberia, convirtiéndose así en refugiados.
Ante esta situación, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha transportado por vía aérea ayuda alimentaria de emergencia para estas personas que se encuentran en Liberia.
El cargamento consiste en cinco toneladas de galletas con alto contenido calórico ideales para situaciones de emergencia con raciones suficientes para alimentar a unas 15.000 personas por día.
Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) cerca de 20.000 personas han huido en los últimos días de Costa de Marfil a Liberia por temor a que el estancamiento político marfileño desemboque en una guerra civil.
La mayoría son mujeres y niños, partidarios tanto del ganador de los comicios, Alassane Ouattara, como del ex presidente Laurent Gbagbo.
Mientras, desde la comunidad internacional, se temen las violaciones masivas de derechos humanos. Así, la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, advirtió a Gbagbo y a las autoridades militares de ese país que serán responsables de las acciones que resulten en violaciones de esos derechos.
El sistema penal internacional, dijo Pillay, ha desarrollado herramientas en los últimos 15 años que antes no existían. Los jefes de Estado y otros actores ya no pueden cometer atrocidades y librarse de sus consecuencias, subrayó la Alta Comisionada.
También Pillay aclaró a los subordinados que reciben órdenes de violar derechos humanos, que deberán rendir cuentas de sus acciones u omisiones porque serán responsabilizados individualmente por ellas.