La revista 'Radiología' ha divulgado las primeras imágenes obtenidas de una hemorragia dentro de un corazón después de que éste haya sufrido un infarto.
Peter Weissberg, director médico de dicha institución, ha declarado que “durante siglos se ha confiado en el análisis de los patólogos después del fallecimiento para saber qué ha pasado en un corazón dañado”.
A su modo de ver, “el enorme valor de la resonancia magnética (MRI) es que puede obtener imágenes del interior de los órganos de los pacientes vivos, sin necesidad de operar. Estamos ante los primeros pasos de un proceso por la comprensión completa de lo que esta nueva información significa”.
Cuando un paciente sufre un infarto, una de las arterias que alimentan el corazón se bloquea, lo que detiene el flujo de sangre al órgano y deja sin oxígeno al músculo. Estudios recientes han planteado que algunas personas tienen hemorragias dentro del corazón cuando éste vuelve a bombear, aunque no se conocen las consecuencias de esos sangrados.
Los científicos, que también han tenido apoyo del British Medical Council, obtuvieron imágenes del corazón de 15 pacientes ingresados en un centro inglés que acababan de pasar por un infarto. El análisis de esas imágenes desveló que cuanto mayores eran las hemorragias sufridas, más extendidas estaban las lesiones en el músculo cardiaco.