El abogado defensor del acusado de abusar sexualmente de una prima segunda suya menor de edad ha solicitado la absolución de su defendido, al entender que la niña tiene “mucha imaginación” y que los hechos que ha relatado podrían ser todos ellos una ficción.
En su alegado ante la Audiencia Provincial de Logroño, que hoy ha juzgado estos presuntos hechos que habrían acaecido entre el otoño de 2001 y la primavera de 2002, la defensa ha recordado como la menor también había relatado a su familia otros hechos similares de abusos cometidos sobre ella por otros parientes.
Sin embargo, estos nunca habían llegado a juicio, por lo que, a su entender, el único que había terminado en los tribunales obedecía más a una animadversión hacía el acusado y a que el mecanismo judicial se había puesto en marcha, sin que fuera posible detenerlo.
La defensa también ha insistido en que la denuncia que se presentó ante la Policía no había sido ratificada por el padre de la niña y que la menor no había declarado ni en el juzgado ni en la vista, en la que no estuvo presente, y que ha quedado vista para sentencia.
“Lo único que existe es la declaración original ante la Policía y ésta carece de cualquier tipo de fiabilidad probatoria, por cuanto que un atestado no es una prueba”, ha dicho el abogado, quien ha insistido en que la ausencia de la menor vulneraba los derechos de su defendido.
El abogado también ha descalificado la declaración de los peritos del Instituto de Medicina Legal porque el informe “estaba contaminado” al haberse producido cinco años después de ocurridos los presuntos hechos y al no considerar de manera categórica que los mismos fueran ciertos.
Además, ha pedido que las declaraciones de la abuela de la niña y tía del acusado no fueran tenidas en cuenta, por cuanto que nunca llegó a ser testigo de los hechos que habrían sucedido y que sólo se había enterado de ellos a través de las confesiones que hizo la niña a una prima suya, también menor de edad.
Por último, el abogado ha insistido en que su defendido se había casado desde entonces, era padre y tenía un trabajo, sin que en ningún momento se hubiera visto envuelto en unos hechos semejantes, los cuales, han dicho, son contrarios a su ética personal.
La fiscalía, por su parte, ha mantenido su petición de siete años de prisión para el acusado, al entender que a través de su declaración en el juicio había quedado demostrado que éste se había quedado en numerosas ocasiones a solas con la menor, lo que dijo que había aprovechado para cometer los abusos.
También ha insistido en que la menor no había acudido a declarar en el juicio por prescripción de los psicólogos, dado que su presencia en la Audiencia Provincial tan solo serviría para que ella volviera a reproducir unos hechos que comenzaron a suceder cuando solo tenía ocho años de edad.
Además, ha subrayado en que no hay “ninguna fabulación” en la declaración de la menor, a pesar de que ha reconocido que pueda haber alguna contradicción fruto de la tensión producida por la situación y fruto de la amenazas del acusado contra ella para que no contase lo sucedido.