El comercio hace ciudad y los comerciantes son el corazón de ese necesario movimiento. Este 31 de diciembre Logroño ha dicho adiós a dos de sus comerciantes con más experiencia. Paco y Begoña comienzan una nueva etapa, la de la jubilación, y dejan atrás 37 años de servicio a sus clientes, muchos de ellos convertidos ya en más que eso.
Comenzaron en la calle Mayor de Logroño y hace ya algunos años se trasladaron a la calle General Espartero, donde ayer se despedían de sus clientes.
Sus hijos quisieron rendirles ayer un especial homenaje con una fiesta sorpresa a la que asistieron familiares, amigos y un buen número de clientes. Sin duda, una excelente forma de acabar el año y cerrar una etapa. La alcaldesa, Cuca Gamarra, ha querido plasmar también su reconocimiento a esta pareja de carniceros.
La buena noticia es que la carnicería no cerrará sus puertas sino que simplemente cambia de manos.