El alcalde se muestra “satisfecho” con su primer San Bernabé y empieza a pensar en mejoras para el próximo

Conrado Escobar

Europa Press

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El alcalde de Logroño, Conrado Escobar, se ha mostrado este miércoles “satisfecho” con el desarrollo de las fiestas de San Bernabé, que hoy mismo terminan en la capital riojana. Unos festejos “que han salido bastante bien”, en palabras del primer edil, quien, con todo, ha señalado que ya se barajan cambios, “porque todo tiene margen para mejorar”.

Así lo ha dicho Escobar a los medios de comunicación, tras salir de la misa en sufragio por los héroes de la defensa de la ciudad, que se ha celebrado a mediodía en la Concatedral de La Redonda, y momentos antes de degustar la última parte del Voto de San Bernabé, el toro guisado que se ha repartido, como es tradición, en la calle Portales.

Un guiso a cargo de la Federación de Peñas, que, como ha contado Álvaro, uno de los cocineros, ha contado con 180 kilos de carne, 30 kilos de cebolla, 30 kilos de guisante, 30 de zanahoria, 30 de champiñón, un kilo de ajo y 5 litros de vino blanco“.

La mezcla se ha estado cocinando desde las 9 de la mañana hasta las 12 del mediodía, momento en el que se han comenzado a repartir las raciones a los logroñeses y visitantes que ya guardaban una larga fila. La intención, ha dicho, servir “unas 1.000 1.200 raciones más o menos, como todos los años”.

El alcalde, junto con buena parte de la Corporación municipal, se ha sumado a la degustación al salir de la celebración religiosa. Y, tras una primera probada del guiso, ha señalado a los periodistas que el primer balance de las fiestas, “habría que preguntarle a la gente a ver cómo ha salido”, aunque ha apuntado Escobar que “para mí el termómetro es la normalidad” y, para empezar, “algo que no podemos controlar, que es que el tiempo, también nos ha acompañado”.

Ha hecho el regidor municipal especial hincapié en “la normalidad en el sentido de que había muchos eventos, muchas actividades, respetando los votos, respetando las traiciones, pero mucho espacio para disfrutar, y muy interesante, a mi modo de ver, ha sido todo lo que supone recrear esos momentos históricos”, en el que ha destacado especialmente el papel de “todos los que hacen posible esos episodios de manera pedagógica”.

A ello ha unido, en lo puramente festivo, “la variedad de actividades que había, que ha permitido que todo el público que haya venido, sobre todo el familiar, haya tenido espacio para disfrutar”, porque, como ha incidido “Logroño ha bullido en el mejor sentido”.

Algo en lo que no ha querido olvidar “el esfuerzo de la gente que no se ve, desde Cruz Roja, voluntarios de Protección Civil, Parque de Servicios, Policía Local, Bomberos, personal del Ayuntamiento, todos los que hacen posible que estas fiestas se desarrollen con normalidad, que es lo mejor que se puede desear”.

“A mí, el balance han salido bastante bien. Siempre hay margen de mejora, pero han salido bastante bien. Se han cumplido claramente los objetivos, todo el mundo ha estado cómodo, todo el mundo ha tenido ocasión de poder disfrutar aquello que le pudiera parecer y para mi ese es el mejor termómetro”, ha resumido Conrado Escobar.

Para el alcalde, además, las fiestas de San Bernabé van tomando poco a poco cada vez más protagonismo, con “unas fiestas que son como más explosivas, las de San Mateo, que compartimos en cierto modo con toda La Rioja porque son las de la Vendimia y que es un poco un ritual con nuestro campo, con nuestra razón de ser, con el vino, en toda su extensión”.

“Pero estas son como más de Logroño, más íntimas”, ha apuntado el primer edil, quien ha señalado que “el Logroño de hoy no es el mismo que el Logroño de hace ni 500 años, ni siquiera de hace 20 años, está cambiando y la manera de percibir ese cambio, por ejemplo, es en el paisanaje de la ciudad, el hecho de que tengamos aquí 110 nacionalidades de personas que ya se sienten logroñesas y que disfrutan con el pez, con el vino, disfrutan con esas tradiciones y con esa que es como la esencia de todo”.

“Comer el pez, disfrutar del vino, tomar el pan, eso hace ciudad. Y eso hace que entendamos el Logroño de hoy, que no hay un solo Logroño, hay muchos Logroños. Y para mí esa diversidad es lo que ahora mismo felizmente nos caracteriza y se percibe en la calle. Que toda esa gente esté cómoda aquí, se sienta acogida, pueda disfrutar de lo que ofrece esta ciudad, para mí es algo inigualable”, ha añadido.

Igualmente, Escobar ha destacado la importante presencia de gente en la calle, pero sin que se hayan registrado incidentes de importancia, reseñando, por ejemplo, la presencia también en la ciudad en estos días de agentes policiales procedentes de Francia y de Portugal. “Un Erasmus policial, como me decía mi hijo, si me permiten la anécdota”, ha dicho el alcalde entre risas.

Y también ha habido un momento para el balance en lo personal, como primer año como alcalde en los Sanbernabés, sobre todo en ese momento tan especial que son los Banderazos. “Es un especial sentimiento y una especial responsabilidad cuando cuando le toca a uno esta circunstancia por primera vez. Por lo menos yo lo que he tratado de hacer es que los banderazos representen a toda la ciudad, que los Banderazos los dediquemos a colectivos, a sentimientos que abracen a todo el mundo”, ha explicado.

De ahí, las dedicatorias a “quien nos da la vida, que son las madres; luego al comercio, que ahora mismo también ha dado razón de ser a la ciudad; y por último, a la propia ciudad en la que todos de la que todos disfrutamos”.

Ha reconocido, eso sí, que el primer Banderazo, en el Arco de San Bernabé le resultó “un poquito incómodo, porque te da la sensación de que puedas golpear a alguien con la bandera”, ante lo que ha apuntado que “igual el año que viene hay que hacer alguna mejora al respecto”, mientras que, sin avanzar más, ha adelantado que “soy muy creativo y un poco volcánico y entonces ya se me están ocurriendo algunas cosas que ya las iremos compartiendo”.

También ha reconocido que la bandera “pesa” no solo en la responsabilidad, sino también en lo físico: “sí que la bandera a lo largo de todo el recorrido pesa y además no sabes muy bien hasta dónde tienes que estirar el brazo o cómo ponerlo”.

“Porque luego están los puristas de la bandera que dicen que no hay que llevarla así o que hay que llevarla de la otra manera. Hay que ser cuidadoso con las tradiciones. En todo caso, anécdotas aparte, un honor”, ha concluido Conrado Escobar.

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