Los libros son una gran fuente de sabiduría. Entre sus páginas se descubren infinidad de mundos y de historias que permiten conocer todo aquello que se desconoce, pero no sólo conocer la historia de la humanidad porque también posibilita a la imaginación volar hacia nuevos mundos o adentrarse en cada uno de los personajes que conforman las historias. Pero si además la riqueza cultural es un añadido, no lo es menos la antigüedad, hecho que les convierte en auténticas piezas de colección.
La capital riojana cuenta con la suerte de esconder entre sus calles grandes piezas de coleccionista con un enorme valor, que en ocasiones acumulan siglos de antigüedad. Es el caso de las librerías antiguas, que entre sus estanterías se esconden auténticas obras de arte, piezas curiosas y ediciones de una época muy lejana a la actual. Así se encuentran en Logroño la librería Ángeles Sancha libros e 'Hijazo libros'.
'Hijazo libros' comenzó su andadura hace 25 años como una librería de intercambio de novelas que luego fue ampliándose con libros de librería de viejo o libros de segunda mano, explica la propietaria, Natividad Hijazo. Además comenta que con el tiempo se ha ido transformando en una librería anticuaria y que tienen la suerte de tratar con libros sorprendentes como grabados, recetas antiguas, pergaminos, remedios de la época, tratados de derecho, economía, política, filosofía o información de otros años.
Algunos de los ejemplares que se pueden encontrar son auténticas joyas como los siete tomos en pergamino 'Aphorismos en cirugía' de Herman BoerHaave que se elaboraron en 1774, o el 'Tratado de la vanidad del mundo' de Fray Diego de Estella editado en 1759. Pero no sólo se da cabida a la medicina, la filosofía, el derecho...sino también a la información con una recopilación encuadernada de las noticias de las guerras carlistas de un periódico del siglo XIX.
NUEVOS TIEMPOS
La llegada de Internet suspuso un cambio radical para ellos ya que tuvieron que adaptarse a los nuevos tiempos. En 1996 se introdujeron en la Red con la web www.hijazo.com a través de la que tienen una amplia base de datos que cuenta con más de cuarenta mil ejemplares que adquieren de las ferias, de particulares o de las bibliotecas. Este negocio familiar se ha ido cediendo de generación en generación y por sus manos han pasado bastantes libros especiales como dos de Santo Tomás de Aquino de 1746.
Natividad Hijazo es consciente de la “gran compentencia” que hay en este mercado, de las horas que dedica al negocio, pero reconoce que le “gusta” y que lo hace “por amor al arte”. Desde que la librería se ha sumado a Internet reconoce que “ha mejorado el negocio” porque “se agiliza la búsqueda de los libros, está todo catalogado y documentado”, lo que ahorra tiempo y esfuerzo. Aunque no todo son cosas positivas, porque reconoce que “dar de alta los libros cuesta mucho trabajo”.
A pesar del esfuerzo y de las horas que dedica, los pedidos que recibe son cuanto menos sorprendentes, porque de repente puede recibir encargos de cualquier parte del mundo, como le ha ocurrido que le han solicitado libros de países como Japón, Brasil o China. Además, entre los pedidos que le han encargado los clientes, asegura que hay algunos que pueden pedir una novela que tan sólo cuesta cuatro euros y los gastos de envío ascienden a 20 euros, pero que eso a la gente no le importa porque igual buscan un libro en concreto desde hace años y cuando lo encuentran no les importa el coste.