El Equipo de Gobierno de Logroño ya ha anunciado el proyecto por el que se eliminará el carril bici en contradirección de Avenida de Portugal. La “definitiva reodenación del tráfico rodado y ciclista”, como la ha denominado el concejal Miguel Sáinz, contempla que Avenida Portugal volverá a tener dos carriles en sentido descendente.
Se mantiene el carril compartido entre tráfico rodado y bicicleta, con prioridad ciclista, en el mismo sentido de la circulación. La solución que han dado para el mantenimiento del eje este-oeste irá por el propio sentido de la circulación desde María Zambrano y conectando después con el carril bici compartido que discurre por Gran Vía.
Además, en María Zambrano se establecerá un cruce semáforico, ya que el Equipo de Gobierno considera que es una zona de mucha afluencia que necesita semáforo para aportar seguridad al cruce.
El Ayuntamiento de Logroño ha defendido que el eje ciclista este-oeste queda garantizada, al igual que la apuesta por la bicicleta. En este sentido, han establecido nuevos tramos ciclables en zonas peatones. Se permitirá la circulación en bicicleta desde Bretón de los Herreros hacia Once de Junio y desde Daniel Trevijano hacia Siervas de Jesús, quedando estas zonas con doble sentido para bicicleta.
También se señalizará el doble sentido para la circulación de bicicletas en Guardia Civil y Saturnino Ulargui permitiendo la conexión con el eje ciclista.
Esta intervención se realizará en agosto y tendrá un coste de entre 6000 y 9000 euros, según ha avanzado el teniente de alcalde Miguel Sáinz. El Equipo de Gobierno aspira a mantener la financiación europea pero asegura que “por delante de la obtención de fondos europeos está el respeto a las necesidades de vecinos, la convivencia y los usos diarios de las calles”.
El Equipo de Gobierno defiende que han recabado la opinión de los vecinos y vecinas, comerciantes y sector de hostelería del enrono, así como han tenido en cuenta informe técnicos. La situación actual, dicen, “ha penalizado los usos habituales y las rutinas de la calle”.
Subrayan que se trata de una “apuesta por la bicicleta como medio de trasporte habitual, que es posible integrarla en una ciudad 30, con carriles bici segregados a poder ser en la misma dirección de circulación y carriles compartidos, pero que no debe alterar la convivencia con otros usos”.