Este año no ha habido ni banderazos, ni reparto del pez ni insignias de Logroño. El coronavirus ha obligado a cambiar los tradicionales actos de San Bernabé por un acto institucional para reconocer a la ciudadanía logroñesa por su responsabilidad ejemplar para hacer frente a la pandemia de la COVID-19 y valorar el trabajo de colectivos como el sanitario, las fuerzas y cuerpos de seguridad o los empleados públicos.
Tras la misa organizada por la Diócesis en la Concatedral de La Redonda, se ha celebrado un Pleno extraordinario en el que se ha aprobado una declaración institucional de reconocimiento a la ciudadanía logroñesa por su responsabilidad ejemplar durante la pandemia de la COVID-19.
A continuación, en el Patio de Operaciones del Ayuntamiento como gesto también para conmemorar el 40º aniversario del edificio de Rafael Moneo, se ha celebrado el acto institucional.
En él se han dado cita cita alrededor de 80 personas, entre representantes del Consejo de la Ciudad, del Consejo de la Infancia y Adolescencia, del Consejo de la Discapacidad, asociaciones de vecinos y representantes de la sociedad logroñesa organizada. Ha sido un acto sencillo que ha contado con una laudatio a cargo del profesor de la UR Bernardo Sánchez, un discurso del alcalde y dos piezas musicales de los miembros de la Escuela Municipal de Música.
La bandera original de la ciudad ha presidido ambos actos como símbolo de Logroño y de San Bernabé, ya que este año no habrá ‘banderazos’. El alcalde, eso sí, ha querido dedicar unos banderazos simbólicos a la sociedad logroñesa, las víctimas del coronavirus en La Rioja y al futuro.