“Barricas y setas”, una alternativa “eficaz”

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El pasado día 2 de enero, la ley antitabaco quiso dejar claro que a partir de entonces se acababan los malos humos en bares y discotecas, entre otras prohibiciones, pero lo cierto es que a apenas 15 días de su entrada en vigor, la poca claridad que se vislumbra, es el fondo de ese bar antes sumergido en una nube flotante de tabaco, y los encendidos ahora son los humos de la mayoría de los hosteleros riojanos, que se quejan, de algunas de sus consecuencias como la bajada notable de clientela o la incongruencia entre ley y ordenanza local en las terrazas de invierno.

Tras la aclaración de la Dirección General de Salud Pública de La Rioja de que sólo se puede fumar en terrazas al aire libre o en aquellas que, estando cubiertas, se encuentren cerradas por un máximo de dos paredes o muros, se despeja una de las dudas de la aplicación de la ley en las terrazas de invierno de bares y cafeterías. Ello significa que las terrazas, en su mayoría de tres paramentos y autorizadas en Logroño por la ordenanza municipal de veladores con cerramientos estables, también se consideren espacios libres de humo en los que, por tanto, queda prohibido fumar.

Se vislumbra una nueva polémica ya que, además, las autoridades sanitarias, tal y como informaba esta semana el consejero de Salud, José Ignacio Nieto-la Consejería de Salud es la competente de velar por el cumplimiento de la ley- ya han comenzado las inspecciones para el control y vigilancia de la norma en algunas de estas terrazas advirtiendo, de momento verbalmente, a los infractores.

“Buena parte de los cerramientos en el país están cerradas a tres o cuatro bandas, en la ley la regulación en este aspecto es vaga y especialmente restrictiva con la hostelería, sin ser cubierta se pretende que tenga sólo dos paramentos y no tres, que es lo habitual y tal como aprueba la ordenanza de Logroño”, apunta Enrique Arévalo, director de la Asociación de hosteleros riojanos (Arbacares), “lo lógico hubiera sido que tras la ley hubiera habido un período de desarrollo para

perfilar estos temas y que no genere la desinformación y el desasosiego entre los hosteleros“.

Basta con dar una vuelta por algunas de las calles más céntricas, Portales, Gran Vía o el Espolón, para darse cuenta de que la mayoría de hosteleros se han buscado la vida, con la información que tenían en su momento, para “habilitar” un espacio para los clientes fumadores. En unos casos se han instalado terraza de invierno con cerramiento a tres caras, como el Noche y Día en Gran Vía o el Café Colony en pleno Casco Antiguo, Adrián Teodorescu, su encargado nos comenta que “hace ya un año que tramitamos la terraza en el Ayuntamiento, no la hicimos por la ley, y funciona muy bien antes y ahora, tuvimos limitaciones de espacio y estética por ser el Casco Antiguo y la estructura es desmontable.”

Otros en cambio han preferido no apresurarse, temiendo invertir en un cerramiento exterior que, “tal y como se ha visto no se va a permitir fumar, no nos hemos querido precipitar, veremos a ver qué pasa con este nuevo giro de la aplicación de la ley en Logroño”, explica Carlos Molinero, dueño del bar El Pasaje, en pleno corazón logroñés. “La primera medida que hemos tomado es colocar en la entrada un par de barricas y una 'seta' (estufa calefactora), y la verdad

es que hemos acertado porque nuestra clientela está respetando escrupulosamente la ley y está aceptando de buen grado la alternativa que les proponemos, estamos muy agradecidos a todos“.

En otros establecimientos nos topamos con casos de bares a pie de acera, en los que la falta de espacio impide la solución anterior. José Paez, dueño de Casa Paez ha optado por colocar un taburete alto con un cenicero gigante, “es que no tengo otra opción, no puedo poner barricas como me hubiera gustado, apenas he podido contar con este pequeño hueco al lado de la puerta principal”. Una medida, reconoce “urgente, porque los fumadores dejaban una montañita de colillas en el suelo, y daba un aspecto horrible”. José se toma con buen humor esta ley, e intenta hacer más llevadero el cigarro a la intemperie con un cartel de prohibición a la entrada del establecimiento cargado de humor, “Prohibido fumar. Os necesitamos sanos para cotizar muchos años más”, al igual que algunas viñetas que cuelgan en su interior “intento que los fumadores le pongan una sonrisa a la ley y así se les bajen los malos humos”.

Por su parte, Miguel Ángel Alberdi, encargado de la cafetería Dover reconoce que en el tema de habilitar un espacio exterior al fumador “estamos en ello, ahí

andamos, hay que pedir una licencia y una medidas mínimas, tenemos en mente colocar unas cubas, y unas setas y ceniceros para aquellos que con un café o una cerveza quieran fumar un cigarro“. Mari, del Bar Robles, tampoco ha instalado de momento ninguna mesita o taburete fuera de su establecimiento, y es que apenas cuenta con un espacio siquiera para ello, ni al lado de la puerta, ”aún así, considero peligroso poner un cenicero de cristal como he visto en algunos sitios“, explica Mari, ”al igual que no dejan sacar vasos o copas de cristal fuera de los bares, no entiendo cómo permiten algunos ceniceros, al alcance de cualquier niño o persona que lo utilice con mala uva“.

RESACA DE PÉRDIDAS TRAS LAS FIESTAS NAVIDEÑAS

Según el cálculo de pérdidas realizado por Arbacares, conocido esta semana y en según el que“ los efectos económicos están siendo devastadores, con pérdidas en estos días entre el 10% y el 30%”. El director de la asociación, Enrique Arévalo, reconoce “en los primeros días como estábamos en navidad no se notaba tanto por el trasiego de gente, pero sí que es cierto que después se ha notado bajas en la clientela, bajadas de facturación significativas e importantes, en este periodo normalizado de actividad tras las fiestas, que dejará un lastre importante de facturación en el sector hostelero”.

Desde la Asociación Hostelería Riojana, Francisco Martínez Bergés se muestra poco optimista y reconoce que “esta ley hace más cuesta arriba si cabe la cuesta de Enero, convertida en el Everest a juzgar por las subidas en la gasolina, la luz, hasta los chicles para dejar de fumar”. Una escalada que deja sin aliento a grandes, medianos, y sobre todo pequeños hosteleros, bares de toda la vida “estamos asfixiados, éste ha sido el peor de los momentos para esta medida, a la larga afecta a los bolsillos de todos, porque si recaudamos menos, consumiremos menos...”. En otra de las costumbres riojanas, según este hostelero, también se está notando la ley “el vermut de los domingos o el tapeo, se ven, en gran parte afectados, la gente antes se tomaba varias rondas y charlaba tranquilamente en el vermut, ahora si acaso se toman una”.

COMPORTAMIENTO EJEMPLAR

De las consecuencias de esta normativa, celebrada por unos y odiado por otros, y en el que sí que se ponen todos-hosteleros y clientela- de acuerdo en el respeto de la mayoría de no fumar

en bares y locales nocturnos de la capital.

“La aplicación de la normativa está siendo impecable y ejemplar no hemos tenido conocimiento de incidencias en los 2.000 establecimientos, pese a la dureza de la norma, el comportamiento de los empresarios está siendo ejemplar, la clientela se está comportando cívicamente”, destaca el director de Arbacares.

Un comportamiento que también se sigue en los locales de ocio nocturno, “estamos sorprendidos gratamente”, afirma Javier Rodríguez, socio de la sala SUM (Electra Rioja Gran Casino), “excepto en casos aislados de gente que no se da cuenta, o está despistada, educadamente la gente está respetando”