La Audiencia Provincial de Logroño ha condenado a un hombre a cuatro años de cárcel por un delito de abusos sexuales, cometido contra una mujer a la que le obligó a mantener relaciones en un coche aparcado en la zona de los antiguos cines Golem de la capital riojana.
La sentencia también ha condenado a M.D.G., un vecino de Logroño de 32 años, a pagar a la víctima una indemnización de 3.000 euros por los daños morales que le causó.
Sin embargo, el fallo le ha absuelto del delito de agresión sexual que le imputaban la Fiscalía y la acusación particular, por el que pedían nueve años de prisión.
Los hechos se remontan a diciembre de 2009, cuando el acusado, que conoció a la chica mientras esperaba el ascensor en un edificio de Logroño, quedó con ella con la excusa de que era psicólogo y que también daba clases particulares de idiomas.
Dos días después, se fueron a tomar algo un viernes por la noche a un bar de la zona del parque San Adrián de Logroño, donde el acusado aparcó su coche en un estacionamiento con poca iluminación y apenas concurrido.
Cuando el procesado la intentó besar, ella decidió regresar a su domicilio, por lo que él se ofreció a llevarla a casa en su coche.
Ya en el vehículo, le pidió a la chica que le ayudase a ordenar y limpiar la parte trasera del vehículo, que solo tenía dos puertas, por lo que se abalanzó hacia ella y cerró las puertas desde dentro.
A pesar de que ella le rechazó y mostró “un estado de intranquilidad y nerviosismo”, finalmente le hizo dos felaciones y después la penetró.
Mientras sucedían estos hechos, la chica recibió una llamada de su madre, pero el acusado le prohibió decir lo que pasaba y le mandó contarle que estaba en el cine con una amiga y después le hizo prometer que no le contaría a nadie lo ocurrido.