La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Logroño, Carmen Urquía Almazán, y el director de Actividades Culturales, Juan García Calvo, han hecho esta mañana un balance del Festival de Narrativas Cuéntalo, que ha finalizado este fin de semana, aunque quedan aún abiertas las tres exposiciones. Ambos han querido hacer un análisis cualitativo del festival y, al igual que Cuéntalo da voz a autores de diversas disciplinas, en este balance han querido dar voz a los autores, libreros, clubes de lectura, profesores y público.
Carmen Urquía Almazán, concejala de Cultura, ha destacado lo que el Festival de Narrativas ha supuesto para la ciudad: “Ha sido un festival cuyo balance no puede ser más satisfactorio. El festival, que ha celebrado su quinta edición, nos ha dado la oportunidad de compartir nuestro tiempo con escritores consolidados. Ver a Elvira Lindo, Luis Landero, Jesús Carrasco, Santiago Alba Rico, Manuel Vilas o Guadalupe Nettel es maravilloso por lo que tiene de extraordinario, no es fácil que puedan acercarse a Logroño. Pero Cuéntalo es especial por el descubrimiento que nos hace de otros autores fascinantes, como pueden ser Ana Iris Simón, Juan Vilas, María Folguera o Eduardo Romero”.
“Para mí la clave de este año es que hemos incorporado nuevas narrativas, como el Dramawalker, innovando en experiencias nuevas tanto para los creadores, como para los vecinos del otro lado del Ebro, que ha en sido parte activa e imprescindible de la actividad. Este festival es también un ejemplo claro de fomento de nuestra lengua, el español, a través de los diferentes lenguajes narrativos”, ha indicado.
Por su parte, Juan García Calvo, director de Actividades Culturales ha repasado las principales actividades del Festival Cuéntalo: “Este ha sido el año con más conversaciones y con más asistentes, y más que habrá porque las conversaciones están ya disponibles en la web del festival. Aparte del desborde que supuso la conversación de Elvira Lindo y Luis Landero, varias de las conversaciones han colgado el ‘No hay butacas’. Pero, sobre todo, quiero destacar la calidad de los diálogos: el calor del público en la charla de Lindo y Landero, la complicidad en la conversación de Jesús Carrasco y María Folguera, que no se habían leído hasta que les emparejamos para este diálogo, la chispa y fluidez en la conversación de Ana Iris Simón y Juan Vilá o el contraste de enfoques de Santiago Alba Rico y Olga de Dios, desde el respeto mutuo y desde el pensamiento y la acción, respectivamente”.
También ha destacado la franja nocturna “con la propuesta audaz, y que no dejó indiferente a nadie, de la performance de Abel Azcona, la divertida puesta en escena de María Folguera y Julia de Castro, que se fueron enamoradas del festival, y que nos sirvió para descubrir un espacio para Cuéntalo que creo que se convertirá en fijo, el Círculo de La Amistad; o los conciertos de Los Hermanos Cubero y el de Elena Aranoa y L´Haine, algo irrepetible: Elena con un concierto en el que relató su historia personal, desde sus antepasados y su familia, a partir de las canciones de su vida. Y ello, con su voz magistral que suena igual de bien en español que en francés, catalán y euskera y lo mismo interpretando ópera, que tangos o corridos y a Edith Piaf, Charles Aznavour, Carlos Gardel y hasta a Julio Iglesias, o… su versión de La llorona. L´Haine demostró una enorme madurez para sus 20 años, con unas letras que desmienten que el trap o el reguetón tengan que ser superficiales ni las melodías repetitivas, y con un enorme respeto del público asistente, muy diferente, hacia ambos artistas”.
Los cinco talleres de creación, los encuentros de los profesionales del periodismo y la escena con Ruiz Mantilla y Sanzol, y de los clubes de lectura con los escritores. Las numerosísimas actividades en centros educativos, en todos los niveles, son otras de las actividades destacadas.