Agentes de la Policía Nacional, en colaboración con la Policía Local de Logroño, han logrado desactivar, a finales del mes de marzo, un activo punto de venta de heroína y otras sustancias estupefacientes, situado en el casco antiguo de la ciudad.
Las actuaciones policiales se encuentran enmarcadas dentro del Plan de Participación Ciudadana, con la finalidad de encauzar las distintas demandas o quejas planteadas por los ciudadanos, para dar respuesta a los problemas vecinales generados con esta actividad.
Durante los operativos policiales desplegados por ambos cuerpos policiales, se pudo comprobar cómo hasta una de las viviendas situada en un inmueble de la calle Industria, acudían de manera habitual diferentes personas, muchas de ellas, conocidas por los investigadores al estar relacionadas con el mundo delincuencial, en las que se apreciaba un gran deterioro físico, debido a su adicción a la heroína, para “hacerse” con pequeñas dosis de esta sustancia.
Como resultado de los dispositivos y del registro realizado, se han logrado incautar diversas cantidades de heroína, cocaína, marihuana, speed y benzodiacepinas, así como sustancias para el “corte” y adulteración de la droga, una báscula de precisión y útiles para la preparación y venta de la misma.
LA VIVIENDA COMO LUGAR DE CONSUMO
Por estos hechos, se procedió a la detención de dos hombres de 29 y 31 años, de nacionalidad española y portuguesa, con antecedentes anteriores por estos mismos hechos, quienes regentaban el punto de venta de droga. Llamó la atención de los agentes que, los detenidos, no sólo utilizaban la vivienda para esta actividad, sino que facilitaban la misma a sus clientes como lugar de consumo.
Los detenidos, junto con las diligencias policiales, pasaron a disposición Judicial, quedando en libertad el español e ingresando en prisión el de nacionalidad portuguesa.
Desde la Jefatura Superior se quiere significar que la heroína, más presente en el mercado ilícito en los últimos años, es muy perjudicial para la salud y con graves efectos secundarios, desde las primeras dosis, entre los que podemos destacar su gran adicción o dependencia y su baja tolerancia, generando en sus consumidores una búsqueda y consumo compulsivo de la misma, junto con un gran deterioro físico y psíquico en la persona.