El Ayuntamiento de Logroño ha contribuido con un total de 80.000 euros a la realización de dos proyectos que la ONG Farmacéuticos sin Fronteras ha llevado a cabo en otras tantas comunidades desfavorecidas en Ecuador, en un caso, para una escuela y, en el otro, para acciones nutricionales y sanitarias con unos 300 niños.
La concejala de Cooperación, Beatriz Arráiz, ha dado cuenta este jueves de los proyectos, junto con el representante de Farmacéuticos sin Fronteras Fernando Martínez, recién llegado de la zona de Isla Trinitaria, barrio marginal cercano a Guayaquil, donde acaba de poner en marcha el segundo de los proyectos.
Según ha apuntado Arráiz, el Consistorio ha aportado 40.000 euros para este último proyecto, a través de la convocatoria de Cooperación municipal de este año, mientras que, en el caso de la escuela del municipio de Quevedo, ha sido un proyecto que se ha desarrollado a la largo de los últimos cuatro años, con un aporte de otros 40.000 euros.
Por su parte, Fernando Martínez ha reseñado que la escuela de Quevedo “era hace cuatro años un lugar donde había cabañas de caña, sin un cerramiento y sin cocinas; ahora, tras el trabajo desarrollado gracias al Ayuntamiento de Logroño y a la generosidad de todos los logroñeses, tenemos un centro cerrado, con unos 1.200 alumnos”.
Especial hincapié ha hecho en el caso de Isla Trinitaria, un barrio “muy marginal” de Guayaquil, “una zona llena de ladrones y asesinos, de todo, pero que es una gente que tiene hijos, niños normales que necesitan cuidados y una educación”.
A ellos ha ido dirigido este proyecto, con una vertiente sanitaria, para lo que se ha construido un botiquín, pero, sobre todo, con una vertiente “más relacionada con la nutrición, con hacer comprender a estos niños lo que son los alimentos y para proporcionarles lo único que comen en todo el día, un almuerzo y una comida”.
Para ello, el proyecto incluye tanto un huerto “para que se planten vegetales de ciclo corto y los niños entiendan el proceso de la proteína vegetal”, como un centro de acopio de alimentos “que almacena comida de todo tipo, incluso con congeladores, algo que ellos no entienden, para conservar la carne o el pescado”.
Una vez construidas las instalaciones, durante semanas, el personal de Farmacéuticos sin Fronteras han ido comprando todos los alimentos necesarios, “un trabajo que ha sido un drama”, según ha relatado Fernández, “porque nos hemos encontrado con ese gran problema del mundo actual que es la especulación con los alimentos más básicos”.
Finalmente, “y tras mucho buscar y negociar”, se ha conseguido llenar el almacén “con lo que se garantiza que los niños van a tener en su dieta una vez por semana ternera, cerdo, pollo, pescado o huevos, además del tradicional arroz que constituye la base de sus comidas”.
Toda esta experiencia se podrá comprobar el próximo lunes 9 de mayo, con la proyección del documental 'Cumpliendo sueños', a las 20 horas, en la Casa de los Periodistas, “que cuenta la experiencia de Michele, una niña de Isla Trinitaria a través de cuyos ojos vemos la situación de la zona, pero también la esperanza en el futuro”.