Tras el lanzamiento del cohete y el civismo que han demostrado centenares de personas en la plaza del Ayuntamiento, las autoridades municipales se congratularán por la limpieza y el buen comportamiento que jóvenes y familias tuvieron desde las 12.00 del mediodía hasta que se puso punto y final al acto del cohete.
Sin embargo, el cohete limpio se queda limitado al perímetro de la plaza porque a escasos metros, decenas de personas disfrutaban del cohete como hace años se hacía: organizando auténticas batallas de huevos, ketchup y pacharán.
Las huellas de la 'batalla' no dejaban lugar a dudas: cajas de huevo, cáscaras, harina, ketchup, botellas vacías.. todo ello se mezclado sobre la calzada.
De hecho, minutos después de que finalizara el lanzamiento de cohete, eran muchos los jóvenes que participaban en un botellón improvisado ante la mirada de la Policía Local de Logroño. Botellas de whisky, ron, coca-cola y vino para preparar los combinados
, grupos de chicos y chicas sentados en el paseo de Dax, la parte trasera del Ayuntamiento de Logroño, seguían su fiesta.
Los equipos de Limpieza del consistorio esperaban, pacientes, a que los jóvenes decidieran levantar su improvisado campamento festivo para empezar a hacer su trabajo.
SAGASTA, OTRO PUNTO NO LIMPIO
Los alrededores del Instituto de Educación Secundaria IES Sagasta se han convertido en otro punto de encuentro para beber alcohol antes de acudir a las zonas clásicas de la ciudad: calle San Juan y calle Laurel.
Grupos de jóvenes ocupaban los bancos del jardín con sus botellas de calimocho y vasos de plástico. Había algunos que se habían preparado un combinado en una papelera de plástico que arrastraban mediante un carrito de ruedas. Toda una obra de ingeniería para empezar la fiesta con alegría.
La harina y los huevos no parecen haber hecho acto de presencia en la zona del Sagasta a no ser por un grupo de chicos que, totalmente rebozados, corrían a limpiarse a la fuente más cercana.
Arrancan los Sanmateos y hoy, todo está permitido. Mañana, Dios dirá.