Así lo ha anunciado esta mañana el concejal de Desarrollo Urbano, Miguel Gómez Ijalba. La tan esperada obra de reurbanización en Avenida de Burgos se traduce en un ambicioso proyecto que reformará la antigua carretera regional convirtiéndola en el boulevard más largo de Logroño. El proyecto se redactó paralelo a las conversaciones con la Comunidad Autónoma, que con posterioridad cedió esta vía como calle de pleno derecho de la capital riojana. Más adelante se hablará de compensaciones económicas, hasta 600.000 ó 700.000 euros que se entregarán al finalizar la obra, según lo previsto en concepto de lo que hubiese costado cambiar la pavimentación.
El diseño elaborado por el Ayuntamiento de Logroño implica un presupuesto total de 5,8 millones de euros, divididos en varias fases. La primera fase, que se licitará la próxima semana en Junta de Gobierno Local por 1,9 millones de euros, actuará en los 480 metros entre Paula Montal y Portillejo. Las obras comenzarán en dos meses y el plazo de ejecución es de siete meses. En la próxima JGL se aprobarán, además de la licitación, los siete convenios que faltan por firmar pero que están ya apalabrados, según indicaba el edil.
La obra resolverá el deficiente estado general de la vía, desde la estrechez de la calzada que impide el tránsito peatonal, incluso la ausencia de aceras en algunos tramos, hasta la inexistencia de servicios y mobiliario urbano como otra calle de Logroño. Algo tan necesario como alumbrado público, un pavimento adecuado, medianas y los conflictos giros a la izquierda que están desapareciendo en el resto de la ciudad.
EL BOULEVARD MÁS LARGO DE LOGROÑO
Con la reurbanización de Avenida de Burgos los 2,5 kilómetros de la vía se convertirá en un paseo integrado en la ciudad. Y si la apuesta del equipo de Gobierno municipal es la movilidad, este proyecto no se queda al margen. Transcurrirá un carril bici que conectará con el parque San Miguel y barrio de El Arco, de esta manera el acceso hasta el parque de La Grajera será un paseo casi coincidente con el de Santiago.
Contará con dos carriles para cada sentido de la circulación, separados por una mediana de dos metros de ancho, ahora inexistente. A lo largo de la vía se instalarán pasos de peatones elevados, para evitar que los coches alcancen mucha velocidad, y se retirarán los semáforos.
La acera norte tendrá una anchura aproximada de siete metros con una doble hilera de árboles. Tendrá también dos tipos de pavimentos para crear en uno de ellos una zona estancial. La sur tendrá una anchura de 4,5 metros y una sola hilera de árboles.
En cuanto al tráfico, se crearán tres rotondas: una en la intersección de la avenida con Portillejo, otra con la futura prolongación de la calle Francia y una última con la calle Manresa. Asimismo, se prestará especial atención al Camino de Santiago, con una señalización específica, y al alumbrado, instalando un tipo de farola inclinada.
CUATRO FASES Y TRANSFORMACIÓN EN ZONA RESIDENCIAL
Todo ello se debe hacer en varias fases debido a que, al mismo tiempo, la zona dejará su carácter industrial para transformarse en residencial a través de varios PERIs. Así, en la primera fase se actuará a partir de las vías ferroviarias hasta Portillejo para continuar con un segundo tramo hasta el número 68 de avenida de Burgos (se licitará en noviembre), un tercero hasta la calle Manresa y un cuarto hasta la rotonda de El Arco.Debido a esta reconversión industrial, además, algunos tramos no podrán alcanzar la anchura general hasta que las empresas no hayan abandonado la zona.
PASO A PASO POR EL FUTURO
El primer tramo de la vía, comprendido entre el cruce con la calle Paula Montalt y Portillejo tiene un plazo de 7 meses de ejecución. Si bien toda la vía viene dotada de mediana, este es uno de los tramos en los que su implantación es viable desde el momento actual. Se dispondrá pasos elevados para facilitar el cruce de peatones. La acera norte gozará de una peculiaridad y es que, a provechando su buena anchura, se dispondrá una doble hilera de árboles y se usarán pavimentos de dos tipos. Así se genera una zona exterior, franqueada de bancos, adecuada como zona estancial o de paseo, y una franja interior, más adecuada para el tránsito y el comercio de la zona.
En el cruce entre la calle avenida de Burgos con la calle Portillejo se va a construir una glorieta y se ha eliminado la semaforización. La glorieta se encuentra en el punto en que el Camino de Santiago gira hacia el Sur, por lo que se sugiere la colocación de algún tipo de monumento conmemorativo al respecto, en este caso una escultura voluminosa de una flecha amarilla, símbolo del Camino desde Roncesvalles. Este cruce se caracteriza por ser espacioso y cómodo, además da acceso al segundo tramo de Avenida de Burgos que a día de hoy se es tan espacioso como el primero, por esta razón, sólo pueden encajarse tres carriles circulatorios.
En el cruce de la calle avenida de Burgos con la calle Portillejo se aprecia la doble hilera de arbolado en la acera Norte (izquierda en la foto) y el carril bici en la acera Sur (derecha en la foto) que va a recorrer toda la avenida. La acera Sur queda un poco más estrecha, en parte por la implantación del carril bici, esto queda soslayado por el hecho de que los edificios en esta zona van a tener soportales que aportarán un espacio adicional a la zona pública.
ALUMBRADO...20% DE LA PARTIDA TOTAL DEL PRESUPUESTO
Para el alumbrado del boulevard más largo de Logroño, se ha seleccionado un tipo de columna muy peculiar. Se trata de un modelo inclinado cinco grados respecto a la vertical. Se colocarán alternadas las columnas de calzada y acera, estando cada una inclinada en sentidos opuestos, dando un aire innovador y vistoso a un precio competitivo. Las luminarias serán de escasa potencia, de acuerdo con la legislación vigente, pero con una óptica cálida y energética eficiente.
Por otro lado, la doble hilera de árboles estará compuesta por una especie caduca de cierto porte y otra perenne de menor porte. Así, se han elegido especies repartidas en dos zonas: una zona con tulípero de Virginia y acebo; otra, con liquidámbar y fotinias. Se trata de árboles con peculiaridades paisajísticas: colores otoñales y vistosos, grandes flores primaverales, fruto invernal... que generarán u espectáculo cambiante con las estaciones del año y pocas molestias a los vecinos. Según ha señalado el edil esta mañana se pretende un gasto mínimo en mantenimiento de la vegetación pero se instalará sistema de riego con vistas al futuro.
SEGUNDA FASE PARA NOVIEMBRE
La segunda fase entre el cruce de la calle Avenida de Burgos con la actual calle Entrena. La calle Entrena, de la única calle oblicua de la zona, va a quedar cerrada al tráfico rodado, por constituir un cruce incómodo e innecesario. En su punto final se ha diseñado un fondo y en el triángulo resultante de espacio libre se ha planteado una pequeña plaza con mobiliario urbano y complementada a base de elementos vegetales como magnolios, árboles júpiter y parterre de plantas aromáticas. Otros de los aspectos que se contemplan es la instalación del colector, que implica el 30 por ciento del presupuesto total.
Más allá del cruce hasta la calle Manresa, tercera fase, como sucede en otros puntos de avenida de Burgos, no hay espacio suficiente para un diseño de dos calzadas, lo habrá en el futuro a medida que vayan desarrollándose las actuaciones urbanísticas pendientes, se ha planteado una solución intermedia con tres carriles, dos de entrada a Logroño y uno de salida. El diseño se ha concebido de tal forma que el espacio necesario para generar el futuro cuarto carril se obtendrá al desarrollar las intervenciones del lado Sur, con lo que se mantendrá el bordillo norte fijo y se modificará el Sur, haciendo la obraa con la máxima sencillez y economía.
VISTA GENERAL DESDE EL ARCO
El tramo final de avenida de Burgos, frente a la zona residencial de El Arco, vuelve a tener espacio disponible con calzadas separadas como se ha hecho. Es notable el cruce de la calle Manresa, que consiste en una semiglorieta que, en su día, cuando la calle se abra hacía el Sur se convertirá en una glorieta completa. También es destacable, el hecho de que la propia calle Manresa, hoy ligeramente oblicua, es intervenida y rediseñada, para corregir su trazado por motivos urbanísticos, para pasar a tener una orientación norte-sur más marcada y así simplificar su cruce con avenida de Burgos, a día de hoy complicado y peligroso.
Sin duda, la zona más espaciosa de la avenida de Burgos es la comprendida en el tramo final junto a el barrio de El Arco. El diseño apunta una mediana ancha y cómoda de 2 metros, se construirán con hormigón impreso y coloreado, para facilitar el futuro mantenimiento. El gran árbol de la imagen es un pino que está a la altura de la empresa la 'Ballena Azul'. Se ha realizado un esfuerzo para integrarlo en el nuevo proyecto con los árboles en hilera del nuevo boulevard, pero ha obligado a modificar algunas alineaciones, para que el resultado sea exquisito.