En agosto de 2012, varios miembros de la Asamblea de Estudiantes de Logroño participaban en la plaza Primero de Mayo en una campaña de recogida de material escolar para familias desfavorecidas cuando fueron agredidos por un grupo de ocho encapuchados. Comenzaron a pegarles causando lesiones a dos de los estudiantes. Sólo uno de los agresores pudo ser identificado por un tatuaje con el escudo del Club Deportivo Logroñés rodeado de hojas de laurel.
Hoy se celebraba la vista de conformidad entre las partes. Pero no ha habido acuerdo, con lo que se ha fijado ya la fecha de juicio para el próximo 14 de julio. La acusación ha solicitado la adhesión al escrito del fiscal por el que se solicita una pena de tres años de cárcel, seis meses de orden de alejmento y una compensación económica de 400 euros para una de las víctimas y 1.200 para otra.
Álvaro Villar, uno de los jóvenes agredidos, ha recordado hoy que el acusado era el vicepresidente de Nueva Época, “desde entonces se han disuelto como asociación pero siguen actuando con agresionescasi todos los fines de semana a inmigrantes y personas que somos antagónicas a sus ideologías, por eso queremos denunciar la pasividad de la Justicia y la Delegación de Gobierno ante estos hechos”.
Ha recordado Villar que esta “pasividad” quedó clara con los apuñalamientos en Lleida por parte de un miembro de la misma organización que se encuentra ya en prisión. “Esa persona ya había apuñalado a un inmigrante en el parque del Cármen de Logroño y pudo seguir actuando de manera totalmente impune”.
La abogada de Villar, Henar Moreno, ha insistido precisamente en la necesidad de conseguir una órden de alejamiento porque “hay una situación constante de acoso, pegan pegatinas en susportales y en las zonas por las que acuden, es una clara amenaza tácita”. Ha recordado además que quedan todavía siete personas sin identificar.