El 31 de octubre se ha convertido en una fiesta más de nuestro calendario para pequeños y grandes. Lejos de la solemnidad que caracteriza la festividad de Todos los Santos, al día siguiente, Halloween es una manera descarada, pícara y divertida de mirar a la muerte. No caben lamentaciones, en Halloween celebramos que estamos vivos y que nos tomamos con filosofía eso de ser conscientes de que tarde o temprano desapareceremos.
Y para celebrar esta fiesta la mayoría de la gente elige disfrazarse, aunque parece que en Logroño no se lleva mucho esta 'moda yankee' seguro que este fin de semana acabamos viendo por la calle y en los bares a alguna 'Lady Gaga' colgada del cuello de un vampiro o acompañada de alguna bruja. A priori, no es una fiesta que 'cale' en la capital riojana, y para salir disfrazado se elige un atuendo terrorífico pero más tradicional y de estar por casa. Los expertos en esto de simular que son otras personas son los pequeños de la casa, que no pierden ocasión para pasar un buen rato. Las tendencias de esta fecha las conocen muy bien dos tiendas de disfraces de Logroño, nos sumergimos en Carrusel y Mascarada para saber más sobre Halloween...
Tanto Pepe como Virginia, responsables de Carrusel y Mascarada, nos comunican que no advierten un aumento desmesurado de ventas durante estos días. Las compras por esta festividad no están a la altura de campañas como Carnaval o Navidad. Una de las razones es que esta celebración es muy reciente, calculan que en Logroño llevamos entre 7 y 8 años celebrándola. Y la otra razón es que no es 'nuestra' fiesta... A pesar de ello los escaparates de todo el comercio de la ciudad, además de flores y huesos de Santo, dejan un hueco para calabazas y telas de araña, tal vez para consolidar este nicho de mercado.
La crisis económica no está ayudando a que las ventas suban como la espuma. En ambas tiendas una persona puede llegar a gastarse de media entre 15 y 20 euros. En Carrusel nos develan que el complemento estrella es la máscara, puesto que las líneas de moda de terror son económicas, fácil de conjuntar con un cuchillo de plástico, dientes de Drácula, sangre artificial, maquillajes de terror, látex o carne podrida...Y están muy conseguidas. También nos aseguran que el disfraz más demandado este año está siendo el de payaso, no el disfraz de vampiro como hemos llegado a pensar tras el éxito de la saga Crepúsculo... Pero se trata de un payaso terrorífico, modelo 'Killer' o 'Joker' el personaje de la película 'Batman'. Y el pedido más extraño es el de lentillas con dibujos, un producto de óptica que no tienen entre el género.
Las compras para Halloween suelen ser de última hora, y de momento en ambos establecimientos tienen movimiento pero como un fin de semana normal. En Mascarada también contemplan que durante este fin de semana los que más se disfrazan son los niños. Virginia cree que la tradición de ir casa a casa en las comunidades de vecinos, fiestas en colegios, academias de inglés o ludotecas, son los culpables de este fenómeno entre los pequeños de la casa. El 'truco o trato' se extiende entre los escolares y esta moda tardía para padres es común entre los hijos. Aunque últimamente no se tira la casa por la ventana para este cometido. Virginia asegura que cada día escucha más aquello de 'ese disfraz no te lo compro porque lo tienes tu hermano mayor...'. Un síntoma de la crisis, y de la consolidación de la fiesta.
En los últimos años las compras 'de terror' se han incrementado, y en estas tiendas de Logroño pretenden igualar las ventas del ejercicio anterior. Además de la crisis hay muchos establecimientos que ofertan disfraces aunque no se dediquen exclusivamente a ello. Ambos recuerdan a los clientes tardíos que los disfraces de diablesa, bruja, esqueletos, fantasmas... les están esperando en las estanterias. Esperan que la gente se anime, aunque sea a última hora, y se disfrace porque aunque sea una tradición, pagana y con connotaciones satánicas, se ha ido convirtiendo cada día más, en una fiesta presente...