La concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Logroño, Concepción Arribas, ha presentado esta mañana la modificación de la Ordenanza de Ruidos que se llevará a Pleno este jueves 3 de diciembre y entrará en vigor en la primavera de 2010.
Arribas asegura que la nueva ordenanza es “mejor, más rigurosa, moderna, vela por los vecinos y tiene vocación de futuro porque se adecua al Real Decreto”. En total se han presentado 88 sugerencias, de las que 28 se han aceptado totalmente, tres parcialmente y 60 han sido rechazadas. Arribas apunta que las propuestas del PP han sido desestimadas, ya que son las mismas que adjuntó en mayo pasado y no fueron admitidas. El dato, resalta la edil, es que el artículo 22.4 que prohíbe sacar bebidas al exterior de los establecimientos no ha recibido alegación alguna.
LA ORDENANZA POLÉMICA
Tras año y medio de participación y debate con diferentes representas vinculados al ruido en la ciudad, vecinos y empresarios hosteleros, Arribas asegura que “ha habido intereses opuestos” y puntualiza que “el ruido lo emitimos todos” aunque existan “generadores de acumulo social” como el caso de los establecimientos hosteleros sobre los que recae un control riguroso,“también hay denuncias del ámbito doméstico”.
La edil resalta que la modificación de la ordenanza “no es del gusto de todos” porque el Ayuntamiento de Logroño “está para velar por los vecinos y por el desarrollo económico”. A pesar de ello ha querido destacar que la modificación abarca aspectos técnicos, jurídicos, control de posibles infracciones, vela por el derechos de los ciudadanos, pretende evitar los efectos negativos de la contaminación acústica.
SANCIONES MÁS RIGUROSAS
Las infracciones por motivos de ruido serán graves o muy graves, ya que las leves se referirán a cuestiones más formales, como negarse a proporcionar la documentación del establecimiento. Las sanciones, serán leves (hasta 600 euros), graves (entre 601€ y 12.000 euros) y muy graves (entre 12.001€ y 300.000 euros) y también podrán incluir la clausura temporal, parcial o definitiva del local.
Destaca por su noveddad, la imposición de multas coercitivas por incumplimiento retirado de la normativa, que podrán ascender hasta 2.000 euros mensuales.
Por otro lado, se ha eliminado la obligación de obtener un certificado médico para demostrar que el ruido puede producir un grave riesgo para la salud. En cuanto a los limitadores de ruido, instalados en los bares, tendrán un almacenaje de hasta dos meses, en vez de quince días, para comprobar si se han superado los niveles permitidos. Sobre los decibelios, se ha reducido de 27 a 25 el nivel externo permitido por la noche en los dormitorios de las viviendas.