Una inquilina que lleva 18 meses intentando aislar las ventanas de su vivienda (“entra tanta humedad que se ha estropeado por completo el suelo de una habitación” -explica-) declara haber recibido esta respuesta ante sus repetidas reclamaciones: “¿Quiere que le tiremos la casa y le hagamos una nueva?” Un arquitecto del Ayuntamiento le explicó que las ventanas no están debidamente aisladas pero, explicaciones aparte, su piso sigue “en las mismas condiciones”.
También consideran intolerable que no se hayan adaptado los accesos a discapacitados. No se refieren sólo a las zonas comunes, sino a las propias viviendas: “Una persona con movilidad reducida tiene que acceder a su domicilio por los garajes, es la única manera”.
Y, hablando de los garajes, aseguran que carecen de llave de seguridad. Cualquier persona que logre entrar al portal puede dirigirse a ellos directamente. Ya se han producido varios robos en los trasteros.
“Si alguien se queda atrapado en el ascensor fuera de horario de oficinas, ni siquiera tenemos presidente de la comunidad ni a quién acudir, por no decirnos ni nos han dicho si contamos con un seguro de la comunidad”, añaden.
“Son demasiadas irregularidades para escurrir el bulto alegando que no se paga la comunidad, en la última reunión, en la que estábamos 50 vecinos, todos habíamos hecho los pagos debidamente”, aclaran.
“La única solución que se nos ha dado en la Administración Autonómica es que si nos estamosde acuerdo con el estado de nuestros pisos, cancelemos nuestros contratos dearrendamiento y nos vayamos...”