“Las fiestas de San Bernabé han dado un vuelco en los últimos 10 años”

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En 2005, un grupo de logroñeses decidió que había llegado el momento de recuperar las fiestas patronales de Logroño y darles el relieve que se merecían. Juntos fundaron la Cofradía de San Bernabé, destinada a recuperar antiguas tradiciones ya casi olvidadas. Y juntos preparan con ilusión estos días una nueva edición de las fiestas, en las que, un año más, cumplirán con el voto de San Bernabé.

Dos de los 36 miembros de esta cofradía, Alfredo Moreno y Luis Miguel Nalda, rememoran con orgullo cómo han conseguido, junto con otros colectivos y con el Ayuntamiento, darle vida a unas fiestas que, aparte del reparto del pan y el pez, estaban casi desaparecidas y “han dado un vuelco en los últimos diez años”, asegura Nalda. Ambos coinciden en señalar un nombre propio como verdadero alma mater de la cofradía: Elías del Río, quien ha impulsado, entre otras cosas, la restauración de la figura de San Bernabé.

Y es que dignificar el traslado del Santo por las calles de la ciudad fue uno de los objetivos prioritarios de la cofradía desde su fundación. La figura no tenía portadores y el Ayuntamiento “a duras penas” conseguía las personas necesarias, con lo que a veces el traslado era realizado por dos operarios “en un saco”, recuerda Moreno.

Ahora, en cambio, la talla es trasladada el día 10 de forma respetuosa y festiva desde la Cocina Económica, donde se guarda, hasta el Revellín, donde permanece hasta el día 12, cuando es llevada de vuelta al comedor social.

Esta talla, de mediados del siglo XIX, es la más antigua de las tres que el patrón de Logroño tiene en la ciudad. Se procesionó hasta 1958, cuando fue sustituida por otra realizada por el escultor Vicente Ochoa, que se guardaba en el Ayuntamiento de Logroño. Sin embargo, al constituirse los consistorios democráticos y aconfesionales, fue cedida a la Concatedral de Santa María de La Redonda, donde es venerada actualmente. La tercera de las imágenes se conserva en la Iglesia de Palacio.

Otro de las primeras acciones de la cofradía fue recuperar la tradición medieval de la degustación de fresas con vino. Los Abades de Albelda solían obsequiar al Cabildo de La Redonda con fresas y el Consistorio ponía el vino. Una degustación que el Ayuntamiento adoptó y que la cofradía decidió sacar a la calle. Comenzaron con 50 kilos y este año ofrecerán 400 en unas 5.000 raciones. Será el día 10 y más de 30 personas las prepararán el día anterior en las dependencias de la Cocina Económica, que recibirá los donativos que los ciudadanos entregan en la degustación. Además, la cofradía sufraga la comida de este comedor social el día del patrón.

VOTO DE SAN BERNABÉ

Pero, sobre todo, las fiestas giran en torno al cumplimiento del Voto de San Bernabé, que data de 1538. “Hace unos años, la gente ni sabía lo qué era el voto”, explica Moreno. Nalda nos lo recuerda: para cumplir con él, hay que acudir a las Vísperas; asistir a la procesión y a los banderazos del día 11; ir a las vaquillas y comer toro guisado; y alumbrar la ciudad con iluminarias en calles, ventanas y balcones.

“En 1577 ya hay constancia de que trajeron ocho toros de ganaderías renombradas para correr en las calles y en 1584 se trajeron toros de Salamanca y el Jarama”, detalla Nalda.

Muchas actividades -no sólo ahora, también durante todo el año, con recitales, concursos y colaboraciones- y, sin duda, mucho trabajo, que estos cofrades desempeñan con ilusión y con algo de ayuda. “Nuestras mujeres están muy implicadas y, si no fuese por ellas, nada de esto funcionaría, sería imposible”, asegura Moreno.

Un año más, volverán a salir a las calles para ayudar a los logroñeses a conocer su historia. Y lo harán con una fecha en el horizonte: 2021, cuando se cumplirá el quinto centenario del asedio de Logroño, fecha a partir de la cual San Bernabé pasó a ser el patrón de la ciudad. “Estamos con la cuenta atrás. Hay que hacer algo grande”, adelantan.