Las obras de la nueva estación de autobuses comenzarán este año

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La futura estación de autobuses de Logroño se licitará en el primer trimestre de este año, por un importe inicial de 16 millones, con la intención de que las obras comiencen a lo largo de este año, con un plazo de ejecución de 18 meses.

El presidente de La Rioja, Pedro Sanz, y la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, han presentado este viernes el proyecto, que cuenta, como elemento más singular, con la unión los edificios de estación de tren y estación de autobuses mediante una cúpula que creará un espacio que ha sido definido como “una nueva puerta de entrada a Logroño, a una ciudad moderna y competitiva”.

“Gracias a la unión del Gobierno central, regional y Ayuntamiento vamos a hacer realidad un gran proyecto para Logroño y para La Rioja, que no sólo ofrece imagen y servicios de calidad sino que incrementa nuestra competitividad, apostando por aumentar nuestras comunicaciones y la intermodalidad entre ellas”, ha asegurado Sanz.

Por su parte, Gamarra, ha recordado cómo, con el nuevo convenio firmado en 2013, “los logroñeses hemos pasado de tener un proyecto totalmente inviable, que iba a costar cerca de 21 millones, que íbamos a pagar en solitario, a tener un proyecto materializable, con un presupuesto de 16 millones entre las tres administraciones”.

Las cifras del proyecto han quedado concretadas esta mañana: será exactamente 16.050.835 euros, que resulta de sumar al presupuesto de ejecución material (13.120.716 euros) el 2,8 por ciento obligado de coordinación de la seguridad y salud y la gestión de residuos y otro 19 por ciento en concepto de gastos generales y beneficio industrial.

“Ahora, de los 16,05 millones de ejecución por contrata, 5,76 son de LIF porque asumirá la totalidad de la cúpula y su estructura portante y 10,29 millones del Ayuntamiento y del Gobierno regional a partes iguales”, ha señalado Gamarra.

Como ha resumido la alcaldesa, “los logroñeses podrán tener esta nueva estación porque hemos sido capaces de ponernos de acuerdo y sacar adelante un proyecto en el que ahora el Ayuntamiento sólo tiene que pagar 5,1 millones directamente frente a los 18,7 que querían que pagáramos antes, algo totalmente inviable”.

Al presupuesto de ejecución por contrata hay que sumarle el IVA, contando además que en la actualidad es de un 21 por ciento frente al 18 por ciento que estaba vigente entonces; así el proyecto saldrá a contratación por 19,4 millones frente a los 24,5 millones de la época PSOE-PR.

Un presupuesto que resulta accesible al ser asumido por las tres administraciones, “permitiéndonos de este modo cumplir con uno de los principales compromisos que adquirimos con logroñeses y riojanos en esta Legislatura”, han destacado Pedro Sanz.

Plazos

La aprobación del proyecto y la autorización para el inicio de su licitación tendrá lugar en un próximo Consejo de Administración de la Sociedad del Ferrocarril que se celebrará en el mes de febrero o marzo. LIF 2002 impulsará esta licitación, habida cuenta que se incluirá en ella no solo la construcción de la estación sino la ampliación del parque.

En esta reunión se aprobará asimismo el convenio de colaboración entre LIF y Ayuntamiento para la imputación de los gastos correspondientes a una y otra administración. En paralelo, se está redactando otro convenio, el que regulará el reparto de cargas a partes iguales entre Ayuntamiento y Gobierno regional.

A partir del inicio de la tramitación en este Consejo de Administración, la estimación de plazos marca la licitación en marzo para que puedan comenzar las obras después de este verano, con un plazo de ejecución de no menos de 18 meses.

“Éste es un gran día -ha señalado Cuca Gamarra-. Dije a los logroñeses que haríamos viable este proyecto, que tendrían estación de autobuses y lo hemos hecho posible, desde la colaboración y desde el rigor. Hemos cumplido y las obras comenzarán este año”.

El proyecto

Como ha detallado la directora técnica de la Sociedad y colaboradora en el proyecto, Mª Cruz Gutiérres, el edificio constará de 9.412 metros cuadrados en un único volumen sobre rasante que contendrá el vestíbulo (de 560 metros cuadrados en los que se ubicarán las taquillas, zonas de control y personal, así como una cafetería).

También tendrá una zona de espera (1.081 metros cuadrados) y un espacio para el tráfico de autobuses y batería de andenes (6.645 metros cuadrados). En la zona oeste incluye una planta superior para cafetería (261 metros cuadrados) con entrada directa desde el parque.

El acceso peatonal se realizará desde la parte este, desde avenida de Colón, directamente al vestíbulo principal. Desde aquí se podrá llegar tanto a los usos más públicos como taquillas, aseos, sala de espera, información, cafetería... como a la zona principal de espera, a través de la que se tendrá acceso a la dársena para subida y bajada de viajeros.

Los recorridos peatonales se realizan en una misma cota correspondiendo a un esquema sencillo y favoreciendo la comunicación visual, de modo que se consiga una rápida orientación y por tanto una gran agilidad en el flujo de personas hacia los distintos espacios.

La cafetería en planta alta se situará a 10,72 metros, con acceso tanto desde la zona de espera como por el parque. Desde el interior crea un espacio a doble altura y en el exterior, la conexión con el parque mediante una terraza.

El acceso rodado tendrá lugar desde la calle Miguel Delibes, en la fachada sur. La circulación interior se realiza de forma circular y en el sentido de las agujas del reloj. Los andenes de los autobuses se distribuyen en torno a una isla central que se constituye a modo de zona de dársenas y de espera. Contará con 27 dársenas en servicio y otras 13 para autobuses de reserva.

La elección de materiales ha seguido la línea de la Estación de Tren, buscando la homogeneidad del conjunto como un único intercambiador de transportes y una vez comprobado el buen comportamiento de los mismos, tanto desde el punto de vista estético como funcional.

Complejo intermodal

Las fachadas norte y sur son abiertas, permeables tanto visual como técnicamente, definidas como una malla de acero inoxidable dispuesta sobre el sistema estructural, parecido al utilizado en la otra estación.

Además de ofrecer una imagen similar al conjunto, esta solución da respuesta a los problemas funcionales que suponen los gases de los vehículos. Ha sido ya testado en lugares similares, como en los aparcamiento del aeropuerto de Barcelona.

Respecto a la fachada este, hacia avenida de Colón, es completamente simétrica a ese frente de la Estación del Tren, permitiendo identificar ese espacio como lugar de intercambio de viajeros hacia un medio de transporte u otro y “conformando un gran complejo de comunicaciones intermodales para Logroño”.

En el interior del edificio de próxima construcción las divisiones se realizan a través del mismo sistema de muro cortina de vidrio que se ha empleado en la estación ya en funcionamiento; con él se separaran y diferencian la zona de espera de la de dársenas, evitando los humos y ruidos generados por los autobuses.

Los falsos techos son similares a los ya utilizados en la del Tren, utilizando paneles permeables de aluminio aunque sólo en la zona peatonal, dejando las estructuras e instalaciones vistas en la zona de tránsito rodado de autobuses en dónde ese material podría presentar problemas ante condiciones más agresivas.