La Calle Sagasta ha estrenado este miércoles el diseño con el que se convierte en una calle de prioridad peatonal dentro de la estrategia “Logroño Calles Abiertas” que busca ganar espacio para el peatón debido a la necesidad de aumentar las distancias por la crisis del coronavirus.
“Con el corte del Puente de Piedra, la calle cobra especial importancia como acceso para los vecinos del Barrio de El Campillo y San Antonio”, ha explicado el concejal de Urbanismo, Jaime Caballero. Creen que convertirlo en una calle de prioridad peatonal “es la mejor solución” porque era una calle con las aceras y la sección muy estrecha que no permitía actuaciones como las de otras calles.
Los coche pueden seguir circulando pero a una velocidad máxima de 20 kilómetros por hora, que el borrador del reglamento de conductores reduce a 10 km/hora. Por ello, se instaló la señalética s-28.
Sin embargo, consideran que no es suficiente: “los adoquines de calles como calles de prioridad peatonal invitan a la convivencia del coche y el peatón, pero las actuaciones que realizamos ahora son sencillas y rápidas sobre el asfalto”, ha apuntado Caballero.
Por eso, esta actuación consiste en señales horizontales con pintura con semicírculos azules y blancos en ambos carriles. “Las pinturas no tienen una simbología especial sino que es una solución creativa que recuerden a los conductores que tienen que cirucular más despacio y que invite a los peatones a ocupar esa calzada además de las aceras”, ha señalado Jaime Caballero.
Otras “calles abiertas”
La actuación de Vara de Rey está en la primera fase que está extendiendose más tiempo del habitual porque, según ha explicado Jaime Cabellero, “se está mejorando el pavimento que estaba muy deteriorado en la zona de aparcamientos e instalando las rampas y mejoras de accesibilidad”. Se espera que esta adecuación termine esta semana para después instalar el primer carril bus-bici de Logroño.
Las actuaciones de “Logroño Calles Abiertas” se plantifican y realizan de forma muy rápida por lo que “se pueden tener errores pero que se pueden subsanar rápidamente”. Por eso, estas intervenciones irán mejorando mientras dure el estado de alarma y “después de una segunda vuelta de mejoras, las que estén bien recibidas pueden llegar a quedarse como definitivas con alguna obra si fuera necesaria”.