Hasta las diez de la mañana las calles de Logroño no han atisbado rastro de piquetes y de huelga general. El 29 de octubre ha amanecido en la capital riojana aparentemente tranquilo con las primeras noticias sobre altercados aislados en polígonos industriales de la región.
Los sindicatos mayoritarios, UGT y CC.OO de La Rioja, citaban a los piquetes en la esquina de San Antón con la Gran Vía donde convivían con fuerte presencia policial. Medio centenar de personas han comenzado entonces la procesión bajo el lema: 'Así, no. Huelga General'. Pequeños y grandes establecimientos de la zona eran testigos de la intención de los allí convocados: paralizar la actividad económica.
El ambiente iba 'in crescendo' por momentos, la noticia sobre el cierre por primera vez de los dos centros comerciales de la ciudad daba fuerza a los allá congregados para seguir con su objetivo. Y se mezclaban, cada vez con más fuerza, los panfletos y pegatinas con la traca que anunciaba la llegada de los piquetes. El grito de guerra: ¡Contra la reforma, huelga general! o 'La Rioja es roja, Pedro Sanz'.
UN ÉXITO DE UNOS
Los secretarios regionales, Javier Granda y Koldo González, han realizado entonces las primeras valoraciones del día. Para ellos, el seguimiento de la huelga hasta las diez de la mañana era de un 70% en toda la Comunidad, con excepciones como en educación y sanidad que registraban un 50 por ciento. En cuanto a los incidentes, también han comunicado alguno, tres detenciones de piquetes, una vinculada a la falta de documentación y otras dos por faltas leves.
Las declaraciones de los secretarios se han centrado en los siguiente. Para Koldo González “la huelga general en La Rioja está siendo un mensaje contundente contra las políticas de un gobierno errático y de la peor reforma laboral de Europa, el mayor ataque a los derechos de los trabajadores en la historia de la democracia”.
Además ha corroborado con el secretario federal del sindicato, Ignacio Fernández Toxo, que el consumo energético de la jornada era similar al de de un domingo, un dato de éxito según González.
Para Javier Granda “a pesar de las encuestas negativas y las malas valoraciones, finalmente los trabajadores han comprendido que teníamos la razón y han respaldado la movilización”.
El secretario general de UGT La Rioja ha destacado que “falta acompañar a los trabajadores que tienen turno de tarde, pero de seguir así... damos por asegurado que a Zapatero no le va a quedar más remedio que responder con una convocatoria a los sindicatos para negociar”.
EL CIERRE PARA OTROS
Mientras tato, la solidaridad que han pedido los dirigentes sindicalistas a los comerciantes del centro de Logroño se reflejaba en un cierre casi obligado. La céntrica calle San Antón era una estampa a las once de la mañana, la gran mayoría de los establecimientos echaban el cierre temporal, puesto que abrían sus puertas a las doce del medio día cuando ya no existía rastro de piquete.
Los propietarios y empleados de la zona cuchicheaban al paso de los sindicalistas con gestos de enfado y resignación, alguno ha llegado a discutir con los piquetes defendiendo el pan que les da de comer y su derecho a trabajar. La incomprensión del sector comercial se hacía eco en la zona. Y muchos aseguraban que su participado en la huelga ha sido por miedo y para evitar problemas.
Mientras los piquetes recorrían la zona de San Antón, en el Paseo de las cien tiendas la normalidad convivía con la incertidumbre antes de la llegada de los piquetes. Los empresarios de la zona abrían sus puertas, algunos comercios han amanecido este miércoles con silicona y palillos en los cierres, otros avispados preparaban anoche bobines falsos en verjas eléctricas para disuadir la silicona. Entre las tiendas carteles de apoyo a la huelga para evitar problemas...decían. En general el sector comercial en Logroño ha dedicido no secundar la huelga, un 1 por ciento anunciaban desde la FER, han abierto y cerrado según la presencia sindical...