El 11 de junio fue el día en el que las tropas franco-navarras levantaron el sitio a la ciudad y emprendieron la retirada y, este año, durante la mañana del domingo, todavía podían apreciarse en las murallas del Revellín los restos de la batalla. Sin embargo, no fueron los soldados los responsables de tanta suciedad, sino los jóvenes.
Y es que este es un lugar muy frecuentado por la gente más joven para beber alcohol en concurridos 'botellones'. El pasado sábado, en plenas fiestas de San Bernabé, volvieron a cumplir con la ¡tradición', pero, cuando abandonaron el recinto, dejaron tras de sí grandes cantidades de basura. Botellas, vasos, bolsas de plástico que decidieron no recoger. Los operarios de limpieza se emplearon a fondo para dejar la zona limpia para el resto de actos.
*Fotografía de Policía Social en Red.