La 36 edición de la San Silvestre, 30 Memorial Tomás Mingot, se celebró ayer con la participación de 721 personas que a lo largo de todo el día recorrieron más de 3.000 kilómetros por Logroño. Todos los barrios de la ciudad acogieron grupos de deportistas que andando, corriendo, en bici o en patines quisieron despedir el año practicando ejercicio físico.
Hubo también disfraces y muy buen humor siguiendo con una tradición que este año ha tenido que adaptarse a la pandemia. En los próximos días se darán a conocer los ganadores de este concurso que premia los disfraces más imaginativos. Se mantuvo asimismo el carácter solidario de la prueba, que se concretará en una donación de 3.000 euros para Banco de Alimentos, Pioneros y Coopera, tres entidades con las que Logroño Deporte ha reforzado este año su estrecha colaboración.
El concejal de Deportes, Rubén Antoñanzas, ha agradecido esta mañana a los más de 700 participantes de la San Silvestre “que han querido despedir de este modo un año que nos ha enseñado que el deporte es esencial para la salud y para nuestro bienestar emocional. Y que, con todas las garantías de seguridad, el deporte debe continuar”.
Un año muy complicado tras el que Antoñanzas ha querido poner en valor la implicación de los cerca de 400 trabajadores directos y a través de empresas de Logroño Deporte. “Han sido un ejemplo de adaptación y esfuerzo para procurar que los logroñeses y logroñesas pudieran seguir desarrollando sus rutinas deportivas”. El edil ha tenido asimismo palabras de gratitud para “todas las personas que a través de federaciones, clubes y asociaciones han tenido estos meses que hacer un esfuerzo extraordinario en su ya labor altruista para que Logroño siga siendo esa ciudad saludable y activa que disfrutamos”.