Las colonias de gatos en Logroño se están convirtiendo en un problema. Y, ante la “inacción del Ayuntamiento de Logroño” ha surgido una iniciativa civil “autobautizada como Gestión Ética y Legal de Colonias Felina, gestiona sesenta gatos, de seis colonias, por el método CES (Captura, Esterilización y Suelta)”.
Un método para tener a los gatos en un estado sanitario óptimo
Y es que, recuerdan desde esta Plataforma, “el pasado 7 de febrero, el pleno del Ayuntamiento de Logroño aprobó, con los votos a favor de la oposición en bloque, una moción de Cambia Logroño que pedía comenzar con la gestión ética y responsable de colonias felinas mediante el método CES”.
El método CES, explican, “supone tener a los gatos en un estado sanitario óptimo y esterilizarlos para que las colonias no crezcan sin medida. Una convivencia armónica que han puesto en marcha distintos ayuntamientos de España, que incluso tiene un componente turístico en lugares como La Alhambra, en Granada, y que en La Rioja ya tenemos una referencia en Arnedo”.
Pero en Logroño, “y dada la pasividad del Ayuntamiento de Logroño, Gestión Ética y Legal de Colonias surge en junio por la petición desesperada de la cuidadora de una colonia. Esta colonia está en una mala zona de Logroño, rodeada de carreteras y coches, y cerca de gente que no quiere que haya gatos ahí. Además, estaba muy descontrolada”.
Según hemos ido indagando, prosiguen, “surgió hace seis años a raíz de una pareja de gatos y fue creciendo exponencialmente, aunque se estancó en un cifra por las muertes por atropellos y por las infecciones víricas que sufren, especialmente, los recién nacidos. Cuestiones, todas, que se frenan con el método CES”.
De esta forma, y tras esta petición de ayuda, “nos unimos varias particulares para comenzar a implantar el proyecto CES en esa colonia. En concreto, este método consiste en realizar un censo de la colonia, con el número de individuos, edad, sexo, parentesco y estado sanitario, y posteriormente su Captura, Esterilización y Suelta”.
Pero “sólo es un trabajo a corto plazo, tras su suelta y tratamiento, se les vigila de cerca y se tratan las posibles enfermedades que sufran: infecciones víricas, abscesos por peleas, golpes por atropellos, etcétera. Y se busca hogar a los gatos sociables”.
Tras organizar un grupo de trabajo de cinco personas, se dividen las tareas. Por un lado, “unas íbamos a la colonia a capturar a los animales, llevarlos al veterinario para su esterilización, marcado y desparasitación; soltarlos de nuevo en el mismo sitio y darles el tratamiento postoperatorio. Otras buscaban maneras para recaudar el dinero: mesas de chapas, mesas de comida, venta de camisetas, eventos de recaudación en Facebook…”.
Después de darnos a conocer, prosigue, “fuimos contactando con las cuidadoras de otras colonias. Las alimentadoras de una de esas colonias estaban sufriendo acoso por parte de los vecinos y, nada más que las veían, llamaban a la policía, la cual se presentaba en menos de cinco minutos, y en varias ocasiones, fueron amonestadas”.
Actualmente, apostillan, “ayudamos y asesoramos a varias cuidadoras, con las que suman seis colonias y unos sesenta gatos”. Y en esta labor, aeguran que el mayor límite es el económico porque “no recibimos subvenciones y el tiempo, ya que lo hacemos fuera de nuestras jornadas laborales, no podemos ir todo lo rápido que quisiéramos”.
En febrero cuentan que “se aprobó la moción para la implantación del proyecto CES en el pleno del Ayuntamiento, puesto que estábamos presentes en él. Pero, al igual que otras mociones animalistas aprobadas, sigue sin llevarse a cabo”. El equipo de Gobierno, “se quedó solo votando en contra frente a la unión del resto de concejales de PSOE, Cambia Logroño y Partido Riojano) todavía no comprende que forman parte de la sociedad y que una gran parte de la población los defiende. Siguen creyéndose superiores y obvian un cambio social más que evidente”.
Hace ya casi un año, recuerdan, “Arnedo creyó y optó por este proyecto y hace varios años, Vitoria y Zaragoza se unieron a esta gestión ética de las colonias, aquí, el único método de control que emplean son los envenenamientos y los sacrificios en la perrera. Queremos que Logroño se ponga a la altura y empiece a proteger y defender los derechos de los animales, con los que compartimos el territorio y el día a día”.