Ni vehículo a motor ni bicicleta, el vacío legal en torno al patinete eléctrico

Se pueden vender pero no hay una norma que los regule y se calcula que en Logroño puede haber un centenar de ellos. Estamos hablando de los patinetes eléctricos, un medio de transporte que cada vez es más habitual en las ciudades españolas, y también en Logroño. El concejal de Transporte Urbano, Tráfico y Vías Urbanas, Francisco Iglesias ha explicado a Rioja2 que, “efectivamente los patinetes eléctricos se pueden vender pero el Ministerio de Fomento aún no ha normado sobre este tipo de vehículos, es decir, hay un vacío legal importante” y, al parecer, no está muy claro por dónde y cómo tienen que circular estos vehículos.

Y es que según la Dirección General de Tráfico, estos patinetes eléctricos no se pueden asimilar a la figura del peatón y, por lo tanto, “no puede hacerse uso de ellos en las aceras y espacios reservados al peatón”. Pero tampoco se les puede catalogar como vehículos a motor. Y es que su configuración y exigencias técnicas no permiten obtener las correspondientes homologaciones para ser considerados por lo que tampoco pueden circular por las calzadas, apunta Iglesias.

Pero además al no ser vehículos de motor, “no requieren de autorización administrativa (permiso o licencia de circulación y conducción) para circular y tampoco es obligatorio que tengan seguro porque esto sólo es obligatorio para los vehículos de motor”.

“El Ayuntamiento de Logroño no puede prohibir la circulación del patinete eléctrico”

Un nuevo medio de transporte que ha irrumpido con fuerza en las ciudades y que están en un limbo normativo porque, “desde el Ayuntamiento de Logroño no se puede prohibir la circulación ya que se venden legalmente pero no pueden circular por la calzada. Si lo hacen por las aceras deben ir a la velocidad del peatón (unos 10 kilómetros por hora) cuando los de adultos pueden alcanzar los 40 kilómetros hora y, si van por el carril bici, deben cumplir todos los requisitos de una bicicleta, requisitos que tampoco tienen”.

Una situación complicada, confiesa Iglesias, por lo que desde el Ayuntamiento recomiendan “un uso responsable de este vehículo porque no es un juego”. De hecho, recuerda el concejal de Tráfico, “el pasado mes de septiembre se produjo el primer accidente en el que estuvo involucrado un patinete eléctrico”. En concreto “se produjo una colisión por alcance entre un coche y uno de estos vehículos entre las calles Madre de Dios y San Millán”.

“Realmente la irrupción de los patinetes eléctricos se han convertido en un problema porque, ahora mismo, no hay una normativa que los regule, cuando esta norma exista, dejarán de ser un problema”. De forma que, en estos momentos y hasta que esta normativa exista, “por donde sí pueden circular sin ningún problema son por calles, urbanizaciones y zonas privadas”. Y es que, de momento, el Ayuntamiento de Logroño no prevé redactar una ordenanza para regular su uso en Logroño y se remite a las directrices de la Dirección General de Tráfico.

¿Qué pasa en otras ciudades?

Lo cierto es que los ayuntamientos de las grandes capitales españolas comienzan a regular este tipo de transporte. En concreto, Barcelona ha sido la primera en crear una normativa propia ante el vacío legislativo en materia de este tipo de patinetes. Por lo que el famoso patinete eléctrico contará con una regulación propia en poco tiempo.

Por otra parte, algunas ciudades como Madrid y Valencia trabajan en ello para implantarlas lo antes posible. En cualquier caso fue Barcelona la que dio el paso de aprobar la nueva normativa de patinetes, ruedas, plataformas eléctricas, bicis de carga, triciclos y segways (en realidad es una marca pero se ha popularizado). Los patinetes eléctricos al fin y al cabo son un medio de transporte y lo mejor de todo es que es una manera de desplazarse eficiente y ecológica.