Tras el macrobotellón del sábado con más de 4.500 personas en el Parque del Ebro, parecía que la cita se calmaba un poco en la madrugada siguiente, del domingo al lunes. Era un breve descanso. Este lunes el parque volvió a llenarse de grupos de jóvenes que han establecido ya en este punto de la ciudad su lugar de celebración.
A pesar del frío, especialmente intenso junto al río Ebro, cientos de personas se reunieron en un nuevo botellón que acabó como siempre: kilos de basura esparcidos por el parque, la policía tratando de desalojar poco antes del amanecer y algunos grupos exaltados tratando de resistirse al final de fiesta de la peor manera.
Este es el estado del parque en el momento en el que la policía comenzaba a despejar a los últimos grupos: