El Fiscal solicita una pena de cuatro años de cárcel -que podrá ser sustituida por la expulsión del país- para una persona, en situación irregular en España, acusada de un delito de tráfico de documentos falsos y otro de tenencia de moneda falsa al ser sorprendido en su vivienda con numerosos pasaportes fraudulentos a nombre de otras personas así como con dinero falso, durante un registro policial.
Según el escrito del Fiscal, al que ha tenido acceso Europa Press, los hechos comenzaron dentro de una investigación relativa al tráfico de personas para su explotación sexual e inmigración ilegal efectuada por la Brigada Central de Redes de Inmigración. Ante ello, un juzgado de Madrid remitió al juzgado de instrucción número 2 de Logroño para realizar un registro en el domicilio donde vivía el acusado con su pareja en Logroño.
En el registro del piso, efectuado el 28 de septiembre de 2012, se encontraron, entre otros documentos, los pasaportes del acusado y de su pareja sentimental, así como otros numerosos pasaportes a nombre de ellos y de otras personas. También se encontraron diferentes fotocopias de pasaportes, visados, NIE o tarjetas de embarque, entre otros.
Además también se encontraron cuatro billetes de 50 euros falsos destinados a ser puestos en circulación “a sabiendas de su falsedad”.
Según sostiene el Fiscal, el acusado guardaba esos pasaportes propios en número de tres “para facilitar su falsificación posterior” así como otros pasaportes “estaban destinados a ser transmitidos a terceras personas”. Para ello, “utilizaba datos obtenidos a través de documentos y fotocopias como las incautadas”.
Para el Fiscal estos hechos son constitutivos de un delito de tráfico de documentos falsos y un delito de tenencia de moneda falsa. Procede imponer por el primero de los delitos la pena de dos años de prisión y una multa de más de 3.200 euros y por el segundo, la pena de dos años de prisión y una multa de 100 euros. Las penas de prisión serán sustituidas por la expulsión del territorio nacional.