La Policía Local de Logroño sancionó en la madrugada del pasado domingo a un establecimiento de ocio nocturno de la calle Mayor que ejercía como local after hours sin el permiso municipal pertinente y a puerta cerrada.
Varios agentes habían detectado en semanas previas cómo este local se anunciaba en las zonas de ocio del casco antiguo mediante cartelería, tarjetas y flyers publicitarios para promocionar unas fiestas a puerta cerrada que se iniciaban cuando el establecimiento cerraba al público tras finalizar su horario permitido.
Para acceder, los asistentes debían enviar en el momento una fotografía tipo selfie a un número de teléfono para que el responsable de vigilar la entrada al local abriese la puerta cuando no hubiese presencia policial en la zona.
Alrededor de las 7:00 horas, varios agentes pudieron entrar al interior del establecimiento, donde en ese momento había unas 36 personas, varias de ellas consumiendo estupefacientes y fumando ante la presencia del responsable del local. Durante el registro posterior, la Policía Local detectó más sustancias ilegales, que fueron incautadas.
Este local ha sido denunciado ya en varias ocasiones por hechos similares, por lo que la Policía Local de Logroño ha solicitado a la Consejería de Interior del Gobierno de La Rioja la revocación de la licencia de bar especial (que permite cerrar más tarde de lo habitual).
Además, tanto por los hechos del pasado domingo como por la propia reincidencia, el responsable del local ha sido denunciado por tolerancia al consumo de drogas en el establecimiento, la vulneración del régimen de horarios, dificultar la labor inspectora de los agentes y permitir el consumo de tabaco en el interior del establecimiento.
También se han levantado actas de denuncia por la utilización de cámaras de vigilancia en la vía pública para controlar los accesos al interior, algo prohibido por la legislación de protección de datos salvo que medie autorización.
Más allá de las sanciones, la Policía Local de Logroño recuerda que la vulneración del régimen de horarios y el hecho de realizar estas fiestas a puerta cerrada impiden el correcto funcionamiento de las medidas de seguridad y evacuación de los establecimientos en situaciones de emergencia, lo que puede resultar sumamente peligroso para los asistentes y los vecinos colindantes.