El escritor artísticamente conocido como Montero Glez ha sido el ganador del octavo Premio Logroño de Novela con su obra 'Talco y bronce', tal y como se ha dado a conocer en un acto en el Espacio Lagares de Logroño que ha sido presentado por el periodista, Jorge Gómez.
Tras conocer su galardón, Montero Glez ha querido agradecer la distinción de este premio y ha reconocido a Europa Press sentirse “emocionado” porque “siempre que me presento a un premio es para ganarlo pero no siempre lo consigo, por ello, obtenerlo con esta novela es una satisfacción, sobre todo, por saber que ha llegado a buen puerto, que el jurado lo ha valorado bien y que gracias a este premio, la gente podrá llegar mejor a lo que escribo”.
Para este escritor, nacido en Madrid en 1965, este reconocimiento “es un premio” que lo recibe con gran cariño ya que “nos encontramos en una sociedad injusta en la que a veces recibimos castigos, pero otras también premios”. Lo más importante de este galardón es “el reconocimiento que me otorga” porque “ahora hay una editorial que tiene una estructura suficiente como para lanzarme y distribuirme”.
Tal y como ha reconocido, uno de los aspectos más importantes en la literatura de este escritor, y que el jurado ha valorado positivamente, es el sentimiento que pone a cada una de sus palabras hasta conseguir su novela. “Me dedico siempre a escribir y a poner sentimiento, eso es lo que intento transmitir en mi literatura y por eso, quizás esta novela ha impresionado más como para conseguir esta distinción”.
'Talco y Bronce' es una novela policiaca que cuenta “una historia de amor” a la que el escritor le ha dedicado cuatro años de trabajo. El premio está convocado por el Ayuntamiento de Logroño, la Fundación Caja Rioja y la editorial Anaya, a través de la firma Algaida.
Sinopsis de 'Talco y Bronce'
Se trata de una novela negra policíaca que tiene como protagonista a unos personajes, unos 'quinquis' de los años 80. El narrador se hace solidario con ese lenguaje 'cheli' que utilizan los personajes, pero lo más significativo a juicio del jurado es que la novela tiene un gran mérito literario. Recoge los valores de la novela policíaca: retrata una realidad muy dura, hay una historia de amor y en ella también existe una visión deformante de la realidad, una visión valleinclanesca. Por cómo está contada y por la temática, la novela gustará a un público lector muy amplio.
Cuca Gamarra: “Logroño apuesta por la literatural”
Durante el acto de entrega del premio Logroño de Novela, al que han acudido numerosas autoridades regionales, la alcaldesa de Logroño, Cuca Gamarra, ha recordado a todos los escritores que “no están solos” porque Logroño “siempre está con la literatura” ya que “nos ayuda a hacer más grande el canon literario de esta ciudad”. Lo importante de una novela, ha destacado, “es que nos ayuda a ver la realidad de otra forma” y ha abogado porque la “buena literatura siga existiendo”.
Los escritores Vicente Molina, Jesús Ferrero, Manuel Jabois, Félix Modroño y el presidente de la Asociación Española de Críticos Literarios, Ángel Basanta, han formado parte del Jurado del VIII Premio Logroño de Novela, presidido en esta ocasión por Vicente Molina. El premio está dotado con 45.000 euros. La obra se publicará por Algaida en la primavera de 2015.
Roberto Montero González (Madrid, 1965) es un escritor español cuya obra enlaza con la tradición del esperpento de Valle Inclán y el realismo sucio de charles Bukoswki. En 2008 ganó el Premio Azorín de Novela con su obra 'Pólvora negra'.
Entre sus novelas se encuentran 'Sed de champán' (1999), 'Cuando la noche obliga' (2003), 'Manteca colorá' (2005), 'Diario de un hincha: el fútbol es así (2006)', 'Zapatitos de cemento' (2006), 'Besos de fogueo' (2007), 'El verano: lo crudo y lo podrido' (2008), 'Pólvora negra' (2008), 'A ras de “yerba”, apuntes futboleros' (2009), 'Pistola y cuchillo' (2010) y 'Polvo en los labios' (2012).
Es considerado por la crítica literaria como uno de los autores con más personalidad y genio literario de los últimos años en España. Su prosa bebe directamente del lenguaje de la calle, de fuentes cinematográficas rompedoras y del cómic underground. Algunos han considerado su prosa como continuadora de la labor recopiladora de la realidad oculta, de lo más netamente callejero y castizo, llevada a cabo por autores como Valle Inclán o Camilo José Cela. Se ha valorado su buena disposición para incorporar metáforas de nuevo cuño rompedoras y políticamente incorrectas, así como el haber trasladado al papel ciertas reglas del lenguaje cinematográfico o del cómic.