Los madrileños no se lo creen. Para una ciudad en la que el transporte público es fundamental para la vida laboral y social de los ciudadanos, la subida del precio del billete del metro y del autobús público es una puntilla más a la maltrecha economía de los usuarios. Hoy mismo conocíamos que el aumento de casi un 30% en el metrobús, una media del 11% más y doblar el precio del viaje al aeropuerto hasta cinco euros ha sido respaldado por 15 votos a favor del Consorcio del Transporte Público de la Comunidad de Madrid, hasta el propio representante de los usuarios ha votado que sí al tarifazo que ya tiene su propio hastag en twitter: #tarifazoMadrid.
A partir de mayo a los madrileños les costará más caro moverse por la ciudad y alrededores. Algo parecido ocurrirá en Logroño. Dentro de un mes, más o menos en mayor, los logroñeses también tendrán que pagar más por viajar en el autobús urbano: un 14% más de media.
Sube el billete sencillo, el bono mensual, el bonobús y el bus búho. El viaje nos costará un 10 céntimos más, porque pasad de 0,60 euros a 0,70. Además de la eliminación de líneas, como la 12 que une el centro de la ciudad con La Portalada y utilizada por los trabajadores del polígono. El Ayuntamiento, como la Comunidad de Madrid, alega problemas para financiar el transporte público. En Logroño lo acachan al 'agujero' dejado por las partidas diferidas año a año en los presupuestos municipales del anterior equipo de Gobierno liderado por el PSOE.
Pero lo cierto es que la subida la pagan los ciudadanos, los usuarios que no tienen más remedio que acudir al transporte público, porque, en teoría, es más barato que coger el coche debido al incremento de la gasolina.