En noviembre de 1979, Lola Herrera dio vida a Carmen Sotillo en el teatro Marquina de Madrid. Casi 40 años después vuelve a meterse en la piel de este personaje de la obra 'Cinco horas con Mario', de Miguel Delibres, y llega al teatro Bretón de Logroño los días 10 y 11 de junio a las 20.30 horas. La puesta en escena es de Josefina Molina y la producción de Sabre Producciones y Pentación Espectáculos, con José Sámano y Jesús Cimarro al frente, respectivamente.
Una de las novelas contemporáneas más importantes
Estamos en marzo de 1966. Carmen Sotillo acaba de perder a su marido Mario de forma inesperada. Una vez que las visitas y la familia se han retirado, ella sola vela durante la última noche el cadáver de su marido e inicia con él un monólogo-diálogo en el que descubrimos sus personalidades y los conflictos de su matrimonio.
Con una forma entrecortada, detallista al mínimo, reiterativa y llena de tópicos, Carmen Sotillo dice cosas, manifiesta sentimientos y emite juicios, que hoy nos pueden parecer del todo increíbles. Pero damos fe de que ese lenguaje existía, de que esos juicios se emitían, de que esas “cosas” de Carmen estaban entonces en la vida de todos los días.
Cinco horas con Mario es, entre otras muchas cosas, un documento vivo de esos años sesenta. De las preocupaciones económicas, religiosas, políticas, sexuales y morales entonces imperantes que Delibes, a través del lenguaje de su protagonista, dejó retratadas con nitidez, de forma que la vida española de entonces llega a palpitar viva en sus palabras. Pero, por encima de todo esto, Cinco horas con Mario nos habla de los asuntos eternos del ser humano: de la culpa, de la soledad, de la incomunicación, del sentido de la vida. Como siempre en Delibes, partiendo de un localismo concreto encarna en sus personajes y en sus conflictos las realidades más profundas y complejas que condicionan nuestra vida.
Cinco horas con Mario ha sido uno de los mayores y más originales éxitos teatrales de los últimos años en España.