Los cigarrillos electrónicos se agotan en las farmacias riojanas

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Es difícil hacerse con uno. Al entrar en una farmacia y preguntar por los cigarrillos electrónicos, muchos farmacéuticos riojanos contestan de igual manera: “están agotados”, “estamos a la espera que nos traigan más porque no tenemos ni el almacén”, “en el propio laboratorio se han quedado sin ninguno”.

Y es que los cigarrillos electrónicos están agotados desde la entrada en vigor de la Ley Antitabaco el pasado 2 de enero de 2011. Y eso que no son baratos: 42 euros por simular el hábito de fumar en locales públicos.

El cigarrillo electrónico consiste en una pequeña varita, ligeramente más larga que un cigarrillo normal. La boquilla del aparato contiene un cartucho recambiable lleno de líquido. Las principales sustancias que contiene el líquido son: propilenglicol y/o glicerina vegetal, nicotina en diferentes dosis opcional (por lo general entre 0 mg y 36 mg por gramo), sabores y aromas opcionales.

Cuando el usuario inhala a través del aparato, el flujo de aire es detectado por un sensor. Un microprocesador activa entonces un nebulizador que inyecta minúsculas gotitas del líquido en el aire que fluye y lo vaporiza. Esto produce una nube de vapor que es inhalada por el usuario. La adición del propilenglicol hace que la nube de vapor se parezca más al humo de un cigarrillo normal. El microprocesador activa también un LED de color naranja (que en los últimos modelos puede ser de otros colores: verde, azul, rosa, etc.) en la punta de aparato para mejor simular el acto fumar auténtico.

El cigarrillo electrónico necesita una fuente de energía, por lo que sus cartuchos son recargables a través un ordenador personal o a la red electrónica como si fuera un teléfono móvil.

Se ha puesto tan de moda que incluso ya se ha acuñado el verbo 'vapear' en la jerga más popular, para denominar el gesto de expulsar el vapor de agua de cada calada que le damos a nuestro cigarrillo electrónico.

Aunque no es una alternativa real para dejar de fumar tal y como nos advierte el presidente del Colegio de Farmacéuticos de La Rioja Javier Vázquez, se ha triplicado el número de unidades vendidas en las farmacias riojanas.

“La publicidad ha hecho mucho por aumentar las ventas, los cigarrillos electrónicos se anuncian en televisión y en radio” asegura Vázquez, “es un tratamiento completamente inocuo pero no es un sustitutivo del tabaco o de la nicotina, tiene que ver más con el hábito”.

Las farmacias riojanas se han visto sorprendidas por el incremento de las ventas no solo de cigarrillos electrónicos sino de cualquier tipo de productos que ayudan a dejar de fumar. Y han tenido que ir improvisando ante el silencio de las autoridades sanitarias. Ni el Ministerio de Sanidad ni la Consejería de Salud han establecido protocolos de colaboración con las farmacias para que éstas puedan informar con propiedad de los productos sustitutivos del tabaco ante la entrada en vigor de la ley.

Aún así, los profesionales farmacéuticos están preparados para atender cualquier consulta al respecto y remitir a los riojanos a los tratamientos médicos que existen para dejar de fumar.

En las farmacias riojanas existen tres tipos de productos. Dos de ellos son medicamentos que necesitan apoyo sanitario: las pastillas que se prescriben para una serie de meses y que tienen una alta eficacia demostrada. El segundo tratamiento se basa en unos chicles que al masticarlos liberan ciertas dosis de nicotina al igual que los parches, ambos tratamientos también necesitan supervisión médica.

El tercero de los productos es el cigarrillo electrónico que “tiene que ver con el gesto de encender un cigarro, con el hábito, pero cuya eficacia para dejar de fumar no está contrastada”.

Aún así, muchos fumadores se consuelan “vapeando” en bares, pubs y discotecas ante la prohibición de encender un pitillo de verdad. Sin embargo, la ley antitabaco tiene importantes beneficios, sobre todo para la salud.

“Desde el punto de vista sanitario es una ley correcta. El derecho de fumar va a existir siempre” asegura Vázquez, “siempre que no se impida el derecho a no fumar. Es una ley que va a ayudar a que muchos se pongan las pilas y se animen a dejar de fumar”.