Has perfeccionado tu charla de ascensor, conoces tu mayor debilidad y sabes explicar dónde te ves de aquí a unos años y por qué. Sabes que en una entrevista de trabajo esos tópicos caen como si se tratara de las preguntas de un examen, pero… ¿has estudiado tu lenguaje corporal? ¿Sabes cómo te comportas cuando te enfrentas a preguntas o situaciones desconocidas o inesperadas? Si no es así, no mantenerlo bajo control te podría costar una oportunidad de trabajo.
No es raro que candidatos con un talento incuestionable puedan mandar al traste sus posibilidades de conseguir el puesto si cometen determinados errores de lenguaje corporal: movimientos que indican nerviosismo, un flojo estrechón de manos o una mueca en la cara pueden dejar una mala impronta sobre ti en la persona de la que depende tu contrato, o incluso dejarte fuera de la lista de posibles candidatos para el puesto.
Combina esos errores con otros como no ir vestido adecuadamente a la entrevista, utilizar un lenguaje inapropiado o mostrar una actitud arrogante, y te garantizamos que tendrás que llamar a bastantes puertas después de esa. Y si no estás teniendo suerte con tus entrevistas o tienes gastos concretos que quieres cubrir (o un traje nuevo para ir presentable) siempre puedes recurrir a empresas que ofrecen créditos al instante.
Preparar una entrevista de trabajo implica mucho más que buscar en Google respuestas para las preguntas más comunes: tendrás que hacer que la primera impresión que desprendas sea mucho más que correcta, además de demostrar que conoces lo que hace la empresa y lo que necesitan de la persona que aspira a ese puesto.
La precarización del trabajo en los últimos años tampoco te hará ningún favor: aunque es un golpe bajo, muchas empresas se manejan bien con la lógica de que como tú hay otros cien candidatos (aunque no sea cierto), y por eso tendrás que esforzarte para parecer seguro de ti mismo y demostrar, con tu talento pero también con tus gestos, por qué eres el candidato adecuado para el puesto.
¿No sabes cómo comprobarlo? Aquí te dejamos una lista con algunos de los peores errores de lenguaje corporal que puedes cometer en tu entrevista, y te prometemos que a ningún responsable de Recursos Humanos se le van a pasar. ¡Toma nota!
1. No mirar a los ojos
No mirar a los ojos de la persona que te entrevista es probablemente el mayor error de lenguaje corporal que puedes cometer. Está bien que no quieras mantener un incómodo torneo de miradas con tu entrevistador, pero el contacto visual denota atención e implicación en el diálogo y cuando no eres tú el que habla, interés, cortesía y capacidad de escucha.
2. No sonreír
Tener la cara de piedra o mantener un trato frío e impersonal con tu entrevistador no te van a ayudar. Es muy importante que la empresa que te contrata te vea como una persona agradable y que puede funcionar bien con su equipo de trabajo. Al fin y al cabo, ¿quién quiere trabajar con alguien antipático? No sólo parecerás una persona agradable y amistosa, sino que lo más seguro es que calme tus nervios durante la entrevista.
3. Juguetear con algo con las manos
Juguetear con un bolígrafo o pasar repetidamente de un folio a otro son gestos negativos de lenguaje corporal en una entrevista. Pueden entenderse como un síntoma de ansiedad o de falta de preparación, por lo que es recomendable dejar que las manos descansen o que fluyan de forma natural y suave si ayudan a expresar lo que están diciendo.
4. Sentarse con una mala postura
Una postura desgarbada no denota cercanía ni confianza. Hay que saber estar y adaptarse a tu interlocutor en cada momento, aunque eso implique tener más registros que un actor de teatro. Lo que está pensando tu entrevistador o/futuro jefe mientras te mira es “Su currículum no está mal, pero no se me ocurre llevarle a una reunión importante. Mantener una postura adecuada (además de ser bueno para tu espalda) es una muestra de respeto y de saber estar.
5. Movimientos de nerviosismo
Cuando mueves las piernas descontroladamente, cambias tu postura una y otra vez en la silla, mueves mucho los dedos o muestras inquietud, das a entender que no estás cómodo en esa situación. Es muy posible que ni te des cuenta mientras lo haces, por lo que te recomendamos que para practicar algún amigo te haga una falsa entrevista y te diga qué errores cometes. Tampoco se trata de estar rígido como una esfinge: sé natural y exprésate con normalidad cuando hables de ti mismo. ¡Te aseguramos que te ayudará a calmar los nervios!
6. Cruzarse de brazos
Ésta es una de las importantes. Terminantemente prohibido cruzar los brazos, te hará parecer a la defensiva, impaciente y hostil, y no te interesa nada si quieres conseguir el trabajo. Intenta mostrarte abierto y accesible, y permite que tus manos se muevan libremente.
7. Tocarse la cara
Pequeños gestos como rascarte la nariz o la oreja, o tocarte el pelo además de hacerte parecer infantil e inquieto y muchos expertos en lenguaje no verbal lo interpretan como un signo de decepción personal.