La reforma fiscal que ha planteado el Gobierno Central y que anunció la vicepresidenta económica, Elena Salgado, el pasado sábado no ha dejado indiferente a nadie. Agentes sociales y económicos de La Rioja se han mostrado contrarios a una subida de impuestos que pesará en el consumo de las rentas medias y bajas. El Gobierno central espera que con esta subida fiscal la recaudación aumente en 11.000 millones de euros.
Una de las subidas más polémicas de esta reforma ha sido la del tipo reducido del IVA que actualmente está al 7% y que a partir del 1 de julio sube un punto, hasta colocarse en el 8%. Este impuesto grava los alimentos y artículos para el consumo, fundamentalmente de servicios, por lo que afectará al precio final de productos farmacéuticos, servicios de transporte y hostelería, recogida de basuras, productos de ocio como cines y teatros, peluquerías o asistencia sanitaria y dental. El resto de productos y servicios, como alcohol, tabaco o carburantes, que se grava con el IVA general sube dos puntos, del 16 al 18%.
La subida de impuestos viene acompañada por la eliminación de la deducción fiscal de los 400 euros de la que se beneficiaban las rentas medias y bajas del país, que a partir del 1 de enero soportarán mayor carga fiscal en sus rentas cada mes debido al aumento del IRPF.
Si la gente dispone de menos poder adquisitivo, ¿consumirá más o menos?. Enrique Arévalo, director general de la Asociación de Bares, Cafeterías y Restaurantes de La Rioja (ARBACARES), asegura que esta reforma fiscal no ayuda en nada a fomentar el consumo, un consumo que está cayendo en picado desde los últimos meses. “En vez de crear medidas para fomentar este consumo tal y como demandamos, se hace todo lo contrario por lo que se va a resentir nuestro volumen de ventas y de ingresos” asegura Arévalo.
El aumento de la presión fiscal de los dos tipos de IVA les afecta a los hosteleros: bien porque son productos alimentarios sujetos al IVA reducido y otros de tipo general como las bebidas alcohólicas. “Además se nos va a prohibir en breve que no podamos vender tabaco en nuestros establecimientos, los hosteleros somos los verdaderos paganos de esta crisis”.
Arévalo indica que los empresarios saben muy bien del esfuerzo que todos los días hacen los consumidores que se acercan a sus establecimientos. Son conscientes que elevar más los precios repercutirá muy negativamente en sus negocios debido a la pérdida de clientes que ya no pueden pagar más por lo que hace unos meses les costaba más barato. “Al final seremos nosotros los que nos comeremos con patatas las subidas de impuestos, porque no subiremos los precios”. Esto puede provocar, según Arévalo, el cierre de muchos establecimientos, incapaces de sacar rendimiento económico a sus negocios, así como el despido de personal contratado e incluso un mayor aumento del mercado negro entre empresarios y proveedores de productos. Es la picaresca española, cada uno se saca las castañas del fuego como puede. “Pueden aumentar las ventas eludiendo el IVA”.
“LOS CONSUMIDORES LLEVAMOS AÑOS EMPOBRECIÉNDONOS”
Marcos Moya, secretario general de la Asociación Riojana para la Defensa de Consumidores y Contribuyentes (FACCUA) considera de forma muy negativa esta reforma fiscal que viene a aliviar el peso de la crisis que están soportando los consumidores. “No sube el pan ni los productos básicos, bien, pero sube todo lo demás como los carburantes” asegura Moya, “llevamos años empobreciéndonos con las hipotecas y ahora con la subida de impuestos, esto es un atraco”. Desde FACCUA Rioja se asegura que el Gobierno de España no está siendo claro en torno a la crisis y que toda esta subida forma parte de una cadena de errores de los responsables de Economía.