Los Angeles Lakers, mejor equipo a domicilio de la NBA, apelaron a la fe para remontar en casa de Chicago Bulls (109-117) un partido que se antojaba muy complicado de ganar al descanso, pero el buen rendimiento coral de los angelinos permitió remontar 14 puntos de desventaja en los dos últimos cuartos.
Con 23 victorias en 32 encuentros a domicilios, los vigentes subcampeones se plantaron en Chicago con el respeto que impone el mejor visitante de la liga. Sin embargo, los Bulls saltaron al United Center con desparpajo y pusieron contra las cuerdas a su rival, que solo pudo remontar en el último cuarto gracias a un parcial insalvable de 0-14.
Un triple inverosímil de John Salmons, el jugador más inspirado de la noche con 30 puntos, dejó a los Bulls 14 puntos arriba en el ecuador tras un parcial inicial en contra de 6-13. La muñeca 'caliente' del '15' local se vio bien secundada en la dirección por Derrick Rose (25 puntos) y Ben Gordon (16).
En los peores momentos de los Lakers, Bryant sostuvo a los suyos con 28 puntos, aunque su juego fue menos certero de lo habitual (10/25 en tiros de campo), lo que compensó Pau Gasol, sólido en la pintura, autor de otro 'doble-doble' con 23 puntos y 10 rebotes. Sin embargo, los de Phil Jackson culminaron la remontada con sus dos estrellas en el banquillo.
Ariza (18 puntos), Odom (16) y Farmar (13) dieron la puntilla a los Bulls, acallando de alguna forma los gritos de 'MVP' que la afición local dedicó a Bryant, que se dejó querer por Chicago en el pasado. De esta forma, los Lakers demostraron la solidez propia de un equipo que puede resolver un choque difícil sin recurrir permanentemente a sus puntales.