Francia sigue viviendo difíciles días de huelgas y protestas por la reforma del sistema de pensiones que el Ejecutivo galo de Nicolas Sarkozy quiere llevar para adelante. En este contexto, un grupo de más de 500 trabajadores de la refinería l'Etang-de-Beurre, junto con empleados del sector aéreo y de los servicios postales, han bloqueado el acceso al aeropuerto de Marsella, según informó un portavoz sindical.
“Ningún vehículo puede llegar hasta los aparcamientos”, señaló Medhi Rachid, del sindicato CGT de la refinería, situada en el municipio de Bouches-du-Rhone, cerca de Marsella, en el suroeste de Francia.
El bloqueo del aeropuerto, destino y punto de partida de vuelos internacionales y nacionales, comenzó de madrugada.
Anteriormente, el presidente del país, Nicolas Sarkozy, había ordenado que se desbloquearan todos los depósitos de combustible “a fin de restablecer lo antes posible una situación normal”, según ha informado el Elíseo este miércoles en un comunicado.
“Llevaré a término la reforma de las pensiones porque mi deber como jefe de Estado es garantizar a los franceses que ellos y sus hijos podrán contar con una jubilación y que el nivel de las pensiones se mantendrá”, afirma Sarkozy en la nota.
De esta manera, Sarkozy, que ha reconocido que es “una reforma difícil”, ha subrayado que tanto él como su gobierno se han mostrado “atentos a todas las propuestas, principalmente las de los agentes sociales”.
Además, el mandatario ha hecho hincapié en que aunque “es normal que en una democracia cada uno pueda expresar su inquietud o su oposición”, hay ciertos límites “que no deben franquearse y mi deber es garantizar el respeto del orden republicano al servicio de todos los franceses”.
“Para millones de nuestros conciudadanos, los transportes constituyen una cuestión vital”, así pues, esto constituye una “libertad fundamental”, ha señalado. Sin embargo, “estos últimos días muchos franceses han visto su vida cotidiana perturbada por problemas de aprovisionamiento que han afectado a una parte de las estaciones de servicio”, ha lamentado.
Así pues, el presidente francés ha informado de que el jueves dio “instrucciones para desbloquear la totalidad de los depósitos de carburante con el fin de restablecer cuanto antes una situación de normalidad”.
Por su parte, el ministro del Interior francés, Brice Hortefeux, se va a desplazar a Lyon, ciudad que ha sido nuevamente escenario este miércoles de disturbios entre alborotadores y fuerzas del orden al margen de una manifestación estudiantil contra la reforma de las pensiones, aunque los incidentes se multiplican por otras zonas del país como Nanterre, Mulhose o Nantes.
Apoyo a las propuestas
Mientras el gobierno francés muestra una postura inalterable, más de dos tercios de los franceses se muestra partidario de las protestas, aunque más de la mitad de los consultados en un sondeo publicado este miércoles por Libération rechaza que se retire esta reforma.
De acuerdo con el sondeo realizado por Viavoce para el rotativo galo, el 67 % respalda las manifestaciones y huelgas de protestas. Paradójicamente, resalta el diario, el 53 % se opone a que se abandone el proyecto de reforma, frente al 43 % que lo apoya. Además, el 61 % se muestra favorable a una enmienda parcial del proyecto.
Por otra parte, el 79 % de los franceses es partidario de que Sarkozy retome la negociación con los sindicatos, el 65 % reprueba la firmeza mostrada por el jefe de Estado frente a los huelguistas mientras que el 32 % opina lo contrario.