Los marcapasos no están libres de ser hackeados. Al poder ser controlados de forma remota, alguien podría acceder a cualquiera de ellos y alterar la frecuencia cardíaca del paciente. Un error de seguridad muy grave que ha obligado a casi medio millón de personas en Estados Unidos a actualizar el software de su marcapasos para evitar un importante riesgo para su salud, como explica El Español.
Un fallo de seguridad que afectó a 456.000 personas con marcapasos de la firma Abbott Laboratories. El fallo estuvo en que el sistema de autentificación no estaba funcionando correctamente, por lo que cualquier intruso podría alterar el ritmo cardíaco de personas que estén cerca y que tengan uno.
Lo cierto es que estos aparatos requieren un mantenimiento periódico que se hace mediante radiofrecuencia en la consulta del especialista. Este lo hace de forma manual en la clínica donde se ha instalado el dispositivo.
El fallo se conoce desde año pasado, pero no hay una forma efectiva de solucionarlo, por lo que han acabado por ponerlos en modo copia de seguridad.