Los ministros de Economía de la eurozona, en defensa de los bancos

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“Estamos de acuerdo en que ninguna institución financiera sistémica debe quebrar. Todos estamos comprometidos en la vía del salvamento de los bancos y de las aseguradoras”, dijo el primer ministro luxemburgués y presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, al término de la reunión.

“Debe hacerse todo lo necesario y se hará todo lo necesario para que las instituciones financieras sistémicas no quiebren. Los Estados serán garantes de que esto no se produzca”, insistió Juncker, que aseguró que todos los países del Eurogrupo están de acuerdo con las conclusiones aprobadas por los países europeos del G-8 en la reunión celebrada este sábado en París.

Los países que comparten la moneda única acordaron además una serie de principios comunes que deben guiar el salvamento público de bancos. Este tipo de intervenciones “deben producirse a tiempo” y nunca tienen que tener como objetivo principal “subvencionar a los accionistas”. Cualquier actuación debe ser “limitada en el tiempo” y los Estados que intervengan tendrán toda la legitimidad para despedir a los directivos de los bancos y limitar sus remuneraciones.

Todas las operaciones de salvamento deberán evitar cualquier “distorsión transfronteriza”. “Se trata de un enfoque que necesariamente será nacional porque los medios son nacionales pero que debe llevarse a cabo en un marco solidario” europeo, dijo Juncker.

Al ser preguntado sobre si la UE puede tomar más medidas dado que este enfoque nacional hasta ahora no ha tranquilizado los mercados, Juncker señaló que “hay una diferencia entre la evolución de las bolsas y la salud de los bancos” y se mostró convencido de que a largo plazo la actuación de los Veintisiete logrará recuperar la confianza de los mercados y la estabilidad del sistema financiero.

Por otro lado, el presidente del Eurogrupo aseguró que en ningún caso se “debilitará” el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que limita el déficit público a un máximo del 3%, para hacer frente a la actual crisis, sino que se aplicará la flexibilidad que ya está prevista desde la reforma de 2005. “El Pacto se respetará en todas sus partes, tanto en lo que se refiere a su letra como a su espíritu, no habrá cambios en las reglas ni en su interpretación”, dijo Juncker.

Por su parte, el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, indicó que la autoridad monetaria sigue dispuesto a “aportar al mercado toda la liquidez que necesita” y durante “todo el tiempo que sea necesario”. Trichet dijo que los Gobiernos europeos han estado a la altura de sus responsabilidades al rescatar a los bancos en peligro y no han actuado peor que en Estados Unidos.

Finalmente, el comisario de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia, dijo que tanto la eurozona como la UE deben actuar “de forma coordinada”.