Estas enfermedades afectan a más de dos millones de españoles (el 5% de la población) y causan más del 10% de las bajas laborales. Actualmente, la falta de cardiólogos, los diagnósticos tardíos, la ausencia de centros de rehabilitación cardiaca y la escasa investigación y sensibilización dificultan la prevención y abordaje de estas patologías. En opinión del presidente de CONESPACAR, Plácido García Rollán, “los afectados cardiovasculares nos encontramos en una posición de total desventaja y desatención frente a otras enfermedades que cuentan con una dotación mucho mayor de recursos. Hace tiempo nos dimos cuenta de la importancia de unir esfuerzos tanto para afrontar los problemas como para canalizar todas nuestras demandas hacia las administraciones. A partir de aquí empezamos a trabajar como Confederación y surgió la iniciativa de organizar este primer encuentro”.
En palabras del director de Comunicación y Relaciones Profesionales de Pfizer, Francisco J. García Pascual, “no debemos olvidar que las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en España. Un 43% de las mujeres fallece por estas enfermedades frente al 32% de los varones. Entre las más frecuentes se encuentran la cardiopatía isquémica y la enfermedad cerebrovascular. Teniendo en cuenta el impacto de estas patologías en nuestra sociedad, desde nuestra compañía apoyamos este tipo de iniciativas que contribuyen a divulgar y sensibilizar a la población sobre estas enfermedades y, lo más importante, cómo prevenirlas”.
REHABILITACIÓN CARDIACA
Para CONESPACAR, que representa a unos 26.000 afectados, existen actualmente dos prioridades: que se mejore la educación médico-sanitaria y que se facilite el acceso a centros de rehabilitación cardiaca. “Es básico que el paciente tenga una educación médico-sanitaria para que aprenda a vivir con su enfermedad e intente superarla día a día. Y para ello es fundamental estar informado. Respecto a la rehabilitación, además de ser un derecho reconocido por la Organización Mundial de la Salud, existen diferentes estudios que han demostrado que las personas que han sufrido una afección cardiaca y hacen rehabilitación posterior tienen un 60% más de probabilidades de vivir. Dicha rehabilitación pasa por seguir unos hábitos de vida más saludables, pero sobre todo por el apoyo psicológico tanto de profesionales como de familiares”, afirma Plácido García.
La creación de la tarjeta electrónica sanitaria, donde esté incorporada la historia del paciente; alcanzar el número de cardiólogos por habitante que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) y contar con la figura del defensor del paciente en cada una de las 17 comunidades autónomas son otras de las demandas de este colectivo. “Actualmente nuestro sistema sanitario es un verdadero caos en el que el paciente está abandonado completamente. Es preciso que exista una equidad en la atención, independientemente del lugar del país donde residas”, asegura el presidente de CONSEPACAR.
El estrés, la mala alimentación, el tabaco y el consumo de alcohol son algunos de los hábitos que incrementan el riesgo de sufrir un problema cardiovascular. “Pese a ser enfermedades con un importante impacto social y económico, y causar dos veces más muertes que el cáncer, la población aún no está lo suficientemente sensibilizada. Por lo que habría que invertir más en el conocimiento de los principales factores de riesgo y cómo prevenirlos”, concluye Plácido García.