Los riojanos gastaron un promedio de 22.338 euros en la compra de su vehículo durante el pasado mes de septiembre, lo que supone una caída del 1,3% con respecto al mismo mes del año anterior, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) facilitados a Faconauto, la federación que agrupa a los 3.000 concesionarios oficiales presentes en España. Por su parte, los españoles desembolsaron una media de 20.853 euros en la adquisición de su automóvil en septiembre, un 0,3% menos.
La patronal de concesionarios explica que esta caída del precio real de los vehículos responde a la disminución de la presión fiscal ligada a las bajas emisiones de CO2, así como a la fuerte lucha promocional por la tarta del mercado y a la alta inflación actual, lo que provocará previsiblemente una bajada del precio de los coches del 4,8% al cierre de 2008.
Sin embargo, Faconauto estima que esta fuerte bajada de precios no será sostenible a corto plazo. Las tarifas tenderán a subir –manteniendo una posición de siete décimas inferior a la inflación- para repercutir los mayores costes de producción ocasionados por el incremento de las materias primas, así como las inversiones en I+D realizadas en modelos más ecológicos y con mejor rendimiento energético, conforme vayan saliendo al mercado.
¿POR QUÉ BAJAN LOS PRECIOS?
La Federación explica que si bien las promociones han representando un papel fundamental en la caída del precio medio de los coches, éstas vienen ralentizando su crecimiento desde el pasado mes de agosto con el objetivo de ajustar los costes financieros motivados por la bajada de las ventas. No obstante, la actividad promocional se sitúa todavía por encima de los valores alcanzados en años anteriores aunque con tendencia a neutralizarse y a estar cada vez más próxima a ellos. Los descuentos aumentaron un 6% en septiembre y casi un 15% en el acumulado del año.
Por otro lado, la patronal de concesionarios recuerda que otro de los factores que ha contribuido a la caída del precio de los vehículos es la tendencia de los españoles hacia la compra de vehículos de menor tamaño y equipamiento, impulsada en gran medida por la nueva fiscalidad ecológica. Esto explica que los coches adquiridos en los nueve primeros meses del año contaran con una dimensión un 2% menor y una batalla media de 2.618 milímetros (-0,02%).
Asimismo, otra de las variables que ha influido en esta “neutralización” de los precios es el mantenimiento de las tarifas oficiales de los coches (el IPC de automóviles registró una bajada del 0,27% en septiembre). No obstante, Faconauto prevé que esta situación varíe en los próximos meses conforme las marcas actualicen sus tarifas de precios de acuerdo a la inversión en I+D realizada en sus productos y a pesar de la coyuntura del mercado. Las ventas de turismos y todoterrenos acumulan un retroceso del 22% en lo que llevamos de año.
CRISIS DE CONFIANZA
La Federación de Concesionarios cree que la atonía del mercado automovilístico español responde, principalmente, a la baja confianza del consumidor motivada, principalmente, por la crisis financiera internacional y el temor a una recesión de gran calado con los efectos paralelos de deterioro del crecimiento de actividad industrial, alto nivel de desempleo, fuerte endeudamiento y alta morosidad.
Según el presidente de Faconauto, Antonio Romero-Haupold, “la pérdida de riqueza ocasionada por la crisis de los mercados financieros se traslada a la confianza del consumidor, que en estos momentos pasa por ser la variable clave para la recuperación de la economía. El deterioro de las expectativas producen un menor consumo que provoca reducción en la producción y paro, con el consiguiente efecto pobreza y morosidad, lo que nuevamente incide sobre la confianza del consumidor”.
COCHES MÁS PEQUEÑOS
Por otro lado, Faconauto recuerda que si bien la reforma del Impuesto de Matriculación ha provocado modificaciones estructurales en la demanda, inclinándola hacia la compra de vehículos más pequeños y ecológicos, también ha mostrado su eficacia para reducir las emisiones contaminantes. De esta forma, las emisiones de dióxido de carbono de los coches matriculados disminuyeron un 3,8% en el acumulado del año, hasta situarse en una media de 151,8 gramos de CO2 por kilómetro.
Esta tendencia ecológica tuvo su reflejo inmediato en la eficiencia energética de los vehículos matriculados en este periodo (+1,6%), con un total de 17,3 kilómetros recorridos con un litro de combustible, pero con una “muy leve renuncia” a la potencia, que descendió sólo un 0,4%, hasta situarse en 119,6 CV en hasta septiembre.