Los trastornos infantiles a examen

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En los cursos de verano de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) el catedrático Carlos Mará Gómez ha dirigido el ciclo de ponencias “Actualización en trastornos del desarrollo infantil. Una aproximación psicobiológica” donde ha señalado que hay padres que “sobredimensionan el grado de travesura de su hijo y lo atribuyen a un trastorno que necesite de medicación”.

En este sentido, el profesor entiende que “es muy importante acudir al profesional adecuado” ya que afirma que “hay que tener en cuenta que algunos indicadores de ciertas patologías, como el déficit de atención, son muy comunes”. Además, el experto en Psicología Clínica señalo que puede haber una variación en el desarrollo mental del niño de hasta unos dos años no todos maduramos igual. Para que exista un trastorno tiene que darse una duración de los síntomas y una intensidad determinadas“

Este curso que se imparte en Baeza y durará hasta el 20 de agosto se centra en los avances en el diagnóstico de los trastornos del desarrollo infantil, y tal como declaró Gómez “especialmente aquellos que afectan a la integración del niño en la escuela o en el instituto, como la hiperactividad”.

Por otro lado, Gómez considera que la Administración debería invertir más en el tratamiento de los trastornos infantiles. “Si dedicásemos más recursos a tratar las patologías en los primeros años de vida, nos ahorraríamos mucho más dinero después, y evitaríamos el sufrimiento de los pacientes y de sus familias”, afirmó el ponente.

Aplicación de los estudios genéticos

En el curso también participó el doctor en Genética Conductual por la Universidad de Colorado, Francisco Javier Gayán, quien departió sobre los métodos y las aplicaciones de los estudios genéticos al diagnóstico de los trastornos infantiles. El investigador aseguró que ya es posible hallar las raíces genéticas del comportamiento conductual de los niños, ya que se pueden “heredar patrones conductuales a través de los genes”.

Este campo de investigación abre nuevos horizontes en el tratamiento de las patologías. El objetivo, a largo plazo aún, indicó el especialista, es “poder ayudar a los educadores, en el sentido de que se podrían detectar los factores de riesgo y con ese conocimiento encauzar el comportamiento del niño”.