Acaba de ser elegido, de nuevo, presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de La Rioja. Una nueva etapa, una nueva junta directiva y, por delante, nuevos retos. “Para mí la prioridad la tienen los veterinarios colegiados” explica a Rioja2 Julián Somalo. “Ellos son los importantes y, por esta razón, haremos todo lo posible por mejorar los servicios del Colegio hacia ellos, a la vez de acompañarnos en su vida laboral con una formación de calidad”.
Pero si hay algo por lo que Somalo va a pelear es por la receta electrónica, algo que dice, “será, en algunos casos ya lo es, un instrumento imprescindible para los veterinarios que ejercen su labor en la producción primaria”. Y es que esta receta, apostilla, “facilitará la prescripción, la dispensación y control de las recetas generadas en su trabajo diario, además de facilitarles sus obligaciones con la Administración”. Y es que la resistencia a los antibióticos se ha convertido ya “en un tema de mucha sensibilidad no solo para la comunidad científica sino para la sociedad en general y no podemos dar la espalada a la evidencia y está claro que fallecen personas por no encontrar o no tener el antibiótico efectivo”.
Por todas estas razones, reitera, “el Consejo General de los Colegios Veterinarios de España ha creado una receta electrónica que no solo redundara en beneficio de los veterinarios sino también de los ganaderos y distribuidores”. Ahora, añade, “hace falta que la Administración regule su utilización”.
En cuanto los plazos, Somalo recuerda que en enero de 2019 será obligatorio para los veterinarios informar mensualmente sus prescripciones de antibióticos “y esto les facilitará enormemente su trabajo, además de la receta electrónica creada por el Consejo, existen tres plataformas funcionando y será importante aunar objetivos”.
Porque los veterinarios, dice Somalo, “somos una profesión sanitaria y la ejercemos en salud pública, sanidad animal y gran parte de nuestro colectivo se dedica a la prevención y curación a los animales de compañía, en sus centros veterinarios se hacen cirugías, se trabajan con medicamentos, están dotados de la tecnología más avanzada en el diagnóstico de enfermedades (TAC, resonancias magnéticas, ecógrafos…) por lo que entendemos que es fundamental el reconocimiento sanitario para la ordenación de la actividad profesional”.
Pero además, en el nuevo mandato de Julián Somalo hay más retos, un convenio colectivo. Existen, cuenta el presidente, “un gran número de veterinarios que desarrollan su actividad como asalariados y últimamente estamos asistiendo al nacimiento de muchas franquicias en el sector de pequeños animales”. Y, estos compañeros, prosigue, “carecen de un convenio que regule y ordene su situación laboral. Sabemos que este tema está fuera de las competencias colegiales, pero ayudaremos y canalizaremos sus reivindicaciones para conseguir sus expectativas”.
Una profesión desconocida
Pese a que algunos piensen los contrarios, Somalo asegura que “los veterinarios desarrollamos nuestra actividad más allá del cuidado de los animales”. Estamos, prosigue, “en los mataderos, en las lonjas de pescado, en las aduanas, en los mercados. Controlamos la restauración colectiva, las cocinas centrales, la elaboración de productos cárnicos, trabajamos en la investigación, en la docencia…. Somos importantes para la sociedad”, asevera.
Y prueba de ello, apunta, es la normativa que se aprobó el pasado mes de febrero sobre el control de subproductos generados en la actividad cinegética. Era una antigua reivindicación de la profesión, recuerda, “determinar quién debe realizar esos controles equipara al veterinario con un cazador formado con un cursillo de 20 horas y, asuntos como este nos parecen indigantes”.
Es el presidente del Colegio Oficial de Veterinarios de La Rioja. Profesión que, cada año, lanza al mercado en torno a unos mil profesionales. Cifra que Somalo considera “insuficiente” para cubrir la demanda.
Un reelegido presidente del Colegio que asume este nuevo mandato con las ganas y esfuerzos renovados. “Tenemos por delante un gran trabajo al cual dedicaremos nuestro esfuerzo acompañado de una Junta colegial totalmente implicada e ilusionada, a la vez que constituiremos comisiones de trabajo, como la de Asuntos Taurinos ya creada, la de Animales de Compañía, a punto de hacerlo y otra científico-técnica que nos ayude a mejorar en todos los aspectos la labor del veterinario en nuestra Comunidad”, concluye.