Lula espera poder acoger a Sakineh Ashtiani

El Gobierno de Brasil ha informado de la formalización de su petición para acoger a Sakineh Mohammadi Ashtiani, la mujer iraní condenada a morir lapidada por supuestas relaciones extra matrimoniales. La primera petición, realizada hace más de un mes y reiterada por Luiz Inácio Lula Da Silva en la última cumbre de Mercosur, fue rechazada por Irán, alegando que el presidente brasileño probablemente no hubiera “recibido la suficiente información” sobre Sakineh Ashtiani.

Sin embargo, Brasil ha anunciado este lunes que la propuesta fue formalizada la semana pasada. Su presidente se ha mostrado esperanzado con que Teherán dé una respuesta rápida a la petición, aunque no ha aclarado si, en caso de que la propuesta fuera aceptada, Sakineh Ashtiani iría a Brasil en condición de refugiada o con otro estatus.

Aún así, Lula ha dicho que estos asuntos “son muy delicados” y que hay que tener en cuenta las leyes y la soberanía de cada país.

Continúa la presión en el entorno de Sakineh Ashtiani

Sakineh Ashtiani fue detenida en 2005 y condenada un año después a recibir 99 latigazos por mantener una “relación ilícita”. Después, esta condena se vio agravada con la acusación, de la que no se tenían pruebas suficientes, según algunos magistrados, de haber mantenido relaciones extra maritales. Por este motivo se le impuso una pena de muerte por lapidación.

Tras las quejas de varias asociaciones, parece que no será finalmente lapidada, aunque no se descarta una muerte en la horca. A esto hay que añadir las amenazas que están sufriendo las personas de su entorno, entre ellas su propio hijo.

Amnistía Internacional informó hace poco de que la mujer y el cuñado de su abogado fueron detenidos, lo que supondría un intento de las autoridades iraníes para que cese la presión que recae sobre ellas por parte de la comunidad internacional, que pretende que se levante la pena de muerte de Sakineh Ashtiani. Ahora, además, el propio abogado, Mohammad Mostafaei, se ha visto obligado a huir a Noruega para pedir protección en el país nórdico.

Mostafaei desapareció el 24 de julio, después de ser interrogado por las autoridades iraníes. Unos días después, el 5 de agosto, se supo que se encontraba en Estambul y que había solicitado asilo en un tercer país. Finalmente el país de acogida resultó ser Noruega, por disponer ya Mostafaei de un visado de visitante.