Las autoridades han cerrado una franja de 29 millas en la costa cercana a la desembocadura del río Mississipi, en Nueva Orleans, después de que un accidente provocara el vertido de más de cien mil litros de combustible. El tráfico de embarcaciones está prohibido en esa zona y en el río desde ayer.
Una mancha de al menos 12 millas se extiende por el río, y el Departamento de Medio Ambiente de Louisiana se afana por controlar el impacto del desastre en el ecosistema de la zona y en la disponibilidad de agua potable.
El agua para consumo humano se ha desviado en los casos en los que ha sido posible. Muchos depósitos han tenido que ser sellados.
Equipos de limpieza están distribuidos por todo el área intentando contener el desastre ecológico.“Hay mucha vida salvaje en la zona sur del delta”, ha recordado una portavoz de la agencia ambiental.