Marín pide a los políticos que 'dejen de acumular reproches'

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El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, aprovechó el que será su último discurso de conmemoración del Día de la Constitución, para advertir de que “no se puede repetir una legislatura tan dura y tan ruda” como ésta y exigir a los políticos que, para conseguirlo, empiecen por dejar de “acumular reproches” y abran la vía para recuperar el “consenso y el sentido de límite” que se cultivaron durante la Transición y que fueron cruciales para el alumbramiento de la Carta Magna.

Tras glosar las bondades que ha traído consigo la Constitución en sus 29 años de vida y resaltar lo mucho que ha mejorado España en este periodo, Marín destacó que se ha llegado “rápidamente a la conclusión de que en política hay que trabajar de otra forma y con otras manera”. Por ello, reivindicó que se retome el método que permitió el acuerdo en torno al texto constitucional y que, según sus palabras, estuvo presidido por el “consenso y el sentido del límite”.

Para que no quedaran dudas de lo que quería decir, el presidente del Congreso definió ambos conceptos. “El consenso es la voluntad permanente de llegar siempre a acuerdos que faciliten vida de los españoles, ni más ni menos”, explicó, recordando a los presentes que la opinión pública tiene muy claro el significado de esta palabra.

HAY QUE “SABER CUÁNDO DEJAR DE APRETAR”

Al referirse al sentido del límite, señaló que “en política es legítimo apretar al adversario”, pero inmediatamente puntualizó que “cuando se aprieta hay que saber cuándo se tiene que abrir la mano y, llegado el caso, estrecharla y tenderla” para buscar acuerdos.

“Me niego a aceptar que consenso y sentido del límite son dos palabras viejas, no es verdad, tendrán que adaptarse, pero siguen siendo hoy muy necesarias”, comentó. Fue entonces cuando, aludiendo al “gramito de autoridad” que le confieren los casi cuatro años que ha estado dirigiendo los debates parlamentarios, lanzó su 'aviso a navegantes'.

“No se puede repetir otra legislatura tan dura y tan ruda como la que hemos tenido. La presión sobre la opinión pública nos tiene que llevar a unos y a otros, a pesar de las diferencias y los momentos a intentar el entendimiento otra vez sobre los temas básicos de nuestra democracia”, afirmó.

En este punto, tras enfatizar que no se considera un “ingenuo”, agregó que este objetivo sólo podrá alcanzarse si los políticos empiezan por “dejarse de acumular reproches”. “Tenemos que volver a la política con mayúsculas, hay que volver a volar alto. Ha llegado el momento de abrir la puerta a la grandeza, así será posible”, incidió Marín, quien dijo estar “convencido” de que los políticos se verán impelidos a cambiar su actitud de esta legislatura “simplemente” porque los ciudadanos se lo van a “imponer”.

LA CONSTITUCIÓN NO ES UN “MITO INTOCABLE”

Antes de hacer estas reivindicaciones, Marín había recordado que el hecho de ser uno de los diputados constituyentes que aún siguen en activo en el Congreso no le da “ningún derecho especial ni mérito extraordinario” para opinar sobre la Constitución, pero dijo no poder resistirse a expresar sus “sentimientos” respecto a la ley de leyes.

“La Constitución no es un mito intocable y no puede serlo, pero es la referencia básica pare entender lo que hoy es España, lo que somos los españoles, aceptando nuestra diversidad ampliamente reconocida en el texto constitucional”, apuntó, reiterando que la Carta Magna ha dado lugar a los 30 años de “mayor progreso en todos los órdenes”. “la historia de esta Constitución es la historia de un éxito colectivo de todos los españoles”, agregó.

En este punto, para rebatir la “pasión por ser iconoclastas” y la “tendencia” a actuar como un “país cainita” que, en su opinión, caracteriza a España, Marín hizo hincapié en que el texto aprobado hace 29 años es una muestra de que los españoles son “capaces de hacer cosas bien e incluso muy bien”.